MADRID.- Los mandatarios de los siete países del sur de Europa (Francia, Italia, España, Portugal, Chipre, Grecia y Malta) mostraron ayer su “comprensión” por el ataque lanzado por Estados Unidos contra Siria en la madrugada del pasado viernes, pero han advertido de que “no puede haber una solución militar al conflicto” y han subrayado que “solamente una solución política creíble”, en el marco de las resoluciones de la ONU y las conversaciones de Ginebra, puede garantizar la paz, la estabilidad del país y la derrota del autodenominado Estado Islámico. El comunicado de la cumbre informal de El Pardo (Madrid) condena “en los términos más vigorosos, el ataque aéreo con armas químicas del 4 de abril en Jan Sheijun, en la provincia de Idlib (Siria)”, pero evita atribuir su autoría al régimen de El Asad y solo dice que “todos los autores identificados deben […] ser sancionados en el marco de las Naciones Unidas”. Respecto al lanzamiento de 59 misiles Tomahawk contra la base aérea siria de Shayrat por parte de EU, alega que “tenía la intención comprensible de impedir la distribución y el uso de armas químicas y se centró en ese objetivo”.
En la comparecencia conjunta de los siete líderes ante los periodistas, en la que no han admitido preguntas, el presidente francés, François Hollande, ha reconocido que era “muy importante que hubiera una respuesta al uso de armas químicas”, justificando la intervención estadounidense, pero ha llamado a “aprovechar la ocasión” para buscar una solución política a la guerra. También el italiano Paolo Gentiloni ha insistido, tras calificar de “motivada” la represalia de Washington, en pedir que la UE tenga un papel “más fuerte, incisivo e importante” en la búsqueda de una salida negociada. La cumbre de El Pardo ha sido la tercera que celebran los siete países de Europa meridional, tras las realizadas en Atenas (septiembre de 2016) y Lisboa (enero 2017). Además de Hollande y Gentiloni, han asistido los mandatarios de Grecia, Alexis Tsipras; Portugal, Antonio Costa; Malta, Joseph Muscat; Chipre, Nicos Anastasiades; y el español Mariano Rajoy, como anfitrión.
– El País