En medio de las presiones internacionales contra el régimen del chavista Nicolás Maduro, otro joven murió manos de grupos paramilitares afines al gobierno oficial, según denunciaron autoridades locales.
El joven Alejandro Aguilar fue asesinado en la noche del sábado tras recibir un disparo en el pecho. El hecho sucedió en el municipio de Valera, estado Trujillo. La muerte fue confirmada por el alcalde de la jurisdicción, José Karkom.
“Lamentamos informar el asesinato de un joven en manos de paramilitares del régimen. La lucha de estos héroes no será en vano”, dijo Karkom.
Con la muerte de Aguilar la cifra de muertos, tras 50 días de protestas contra el régimen militar de Nicolás Maduro, se eleva a 60.
Según relataron testigos, cerca al lugar donde fue asesinado el joven había policías, pero las autoridades no impidieron que los colectivos chavistas utilizaran armas de fuego e intimidaran y dispararan contra la comunidad.
“¡Qué desgracia! Otro joven venezolano trujillano que es asesinado por la ambición enferma de poder de Nicolás Maduro. ¿Cuántos más?”, escribió el líder opositor Henrique Capriles en su cuenta de Twitter.
En la madrugada del jueves un adolescente identificado como Daniel Rodríguez, de 17 años, falleció tras ser herido de bala en la cabeza presuntamente por “colectivos armados” en el municipio Córdoba del estado Táchira, fronterizo con Colombia.
“Me informan que hace unos momentos, Daniel Rodríguez falleció a causa de una herida de proyectil a nivel frontal en el cráneo”, confirmó Virginia Vivas, alcaldesa del municipio Córdoba de la región tachirense.
Rodríguez era estudiante de Derecho en la Universidad Católica del Táchira (UCAT).
Presión internacional
Mientras la crisis política y económica en Venezuela aumenta en violencia, con más de 60 víctimas mortales en 50 días de protestas, la comunidad internacional pone la mirada sobre el país y sube la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro.
El jueves los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y los Estados Unidos, Donald Trump, dieron una conferencia de prensa en conjunto en la que calificaron como “problema horrible” a la situación en Venezuela, donde la gente “no tiene qué comer” y hay “mucha violencia”.
El mismo día el departamento del Tesoro impuso sanciones a los jueces del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, que desataron esta última crisis cuando en marzo despojaron a la Asamblea Nacional de sus competencias.
Esto se suma a las declaraciones de Nikki Haley, embajadora de EEUU ante la ONU, quien colocó al régimen de Nicolás Maduro al mismo nivel que Siria, Irán y Corea del Norte. “Venezuela es uno de los países que más abusa de los derechos humanos del mundo”, dijo.
La presión de Estados Unidos desató la ira de Maduro, que en televisión le pidió a Donald Trump que “sacara sus manos de Venezuela”. “A Venezuela se la respeta, carajo”, dijo.
Pero no es la única. Colombia y Chile están sin embajador en el país sudamericano desde el comienzo de la crisis, sin perspectiva de que retornen en el corto plazo.
Honduras siguió esa línea el viernes, cuando retiró por “tiempo indeterminado” a su encargado de relaciones en Caracas mientras se “mantiene informado de la manera más directa e inmediata posible sobre el fondo de la situación de Venezuela”.
Por otro, lado el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien es desde hace tiempo uno de los principales críticos de la situación extrema en Venezuela, denunció esta semana a los oficiales, con nombre y apellido, de la Guardia Nacional Bolivariana responsables de la represión.
– Agencias