Cómo cuidar la piel en la menopausia

 

En el climaterio, periodo que abarca desde que aparecen los primeros síntomas de la premenopausia (como las irregularidades menstruales), hasta que finaliza la posmenopausia y comienza la etapa conocida como senectud (a partir de los 65 años), el organismo sufre una serie de cambios, como la disminución de estrógenos y de colágeno, que tienen como consecuencia una pérdida de elasticidad y la falta de hidratación de la piel, que se vuelve más frágil y susceptible a lesiones, que también tienen más dificultades para cicatrizar.

Los principales efectos que tiene el proceso fisiológico conocido como climaterio o menopausia sobre la piel de la mujer son:

-Se deshidrata, presentando un aspecto seco y rugoso.

-Pierde frescura y luminosidad, y su tono ya no es uniforme.

-Disminuye su grosor, pierde elasticidad, y se vuelve quebradiza y propensa a lesiones.

-Se intensifica el número y profundidad de las arrugas. Al degradarse las fibras de elastina y colágeno, la piel pierde firmeza y se descuelga. La flacidez se aprecia sobre todo en la parte inferior del rostro y en el cuello, así como en la parte interior de brazos y piernas.

-Aparecen manchas oscuras, sobre todo en las zonas más expuestas al sol, como la cara y las manos.

Cuidados de la piel

Es imposible detener el paso del tiempo y sus consecuencias sobre el aspecto físico, pero sí podemos ralentizar este proceso, y disminuir la intensidad de los efectos de la menopausia sobre la piel, tomando una serie de medidas:

-Protege tu piel del sol: aunque los expertos recomiendan que te expongas a la luz del sol alrededor de 15 minutos cada día para sintetizar correctamente la vitamina D (que juega un importante papel en la absorción del calcio, tan necesario para tus huesos), no olvides utilizar protección solar adecuada a tu tipo de piel, y evitar el sol desde las doce de la mañana hasta las cuatro de la tarde.

-Mantén la hidratación: utiliza cremas indicadas para hidratar la piel de cara y cuerpo. Para prevenir la deshidratación y alargar la juventud de la piel, es conveniente que empieces a cuidarte mucho antes del climaterio. Beber dos litros de agua al día, y limitar el consumo de cafeína y alcohol, también mejorarán la hidratación de tu piel.

-Sigue una dieta equilibrada: que contenga mucha fruta y verdura, y que aporte vitaminas, sobre todo A, C y E, que protegen contra los radicales libres.

-Incluye fitoestrógenos: como las isoflavonas de soja, en tu dieta, porque tienen actividad estrogénica, y constituyen un tratamiento hormonal natural, como alternativa a la terapia hormonal sustitutiva, que aunque mejora el deterioro de la piel también presenta ciertos efectos secundarios.

-Exfolia tu piel regularmente: para facilitar la eliminación de células muertas y limpiar los poros de impurezas, además de estimular la renovación celular.

-No fumes: el tabaco, además de ser perjudicial para la salud, daña la piel y le resta vitalidad y luminosidad.

-Practica ejercicio: que no solo te ayudará a prevenir la osteoporosis, sino que mejorará la circulación sanguínea, contribuyendo a que tengas una piel más saludable.

-En tu higiene personal: utiliza productos que respeten el pH de tu piel y no resequen, prestando especial atención a la higiene íntima, ya que la vagina se atrofia y disminuye la secreción de flujo, lo que la hace más susceptible a contraer infecciones. Es conveniente que los cosméticos sean hipoalergénicos para prevenir la aparición de alergias o irritaciones.

Normalmente, a partir de los 40 años de edad, el pelo de las mujeres se vuelve más fino, y el cuero cabelludo presenta más sequedad de la habitual. Sin embargo, la alopecia suele deberse a factores genéticos, o aparece como consecuencia de alguna enfermedad, por lo que la menopausia no es la causa de la pérdida patológica de cabello, aunque los cambios hormonales que se producen en esta época de la vida de la mujer pueden influir sobre la cantidad y calidad del cabello, y hay que tener en cuenta que, con la edad, disminuye la capacidad de reemplazar el pelo que se pierde.

Diversos factores influyen en el estado del cabello, como la genética, la alimentación, el estrés, el empleo de tintes, el cuidado que se le ha dado (exposición solar, productos utilizados en su higiene, tratamientos capilares…). En general, si quieres lucir un pelo sano y evitar su deterioro en la medida de lo posible debes:

-Utilizar un champú y mascarilla adecuados a tu tipo de cabello.

-Limitar el uso del secador y otros utensilios como las planchas para el pelo.

-Aplicar al cabello productos que protegen contra la radiación solar, el agua de mar y piscina…

-Hacer ejercicio regularmente para estimular la circulación sanguínea.

-Llevar una dieta sana y equilibrada, que te aporte suficientes vitaminas y minerales como el hierro.

-Consultar con el médico si se te cae mucho el pelo, o lo encuentras más frágil y quebradizo de lo habitual.

Cambios y cuidados de las uñas

Pueden verse afectadas por diversos trastornos como infecciones producidas por hongos, anemia, problemas de tiroides, enfermedades endocrinas, alteraciones renales o hepáticas, una dieta inadecuada que provoque déficit de vitaminas o de hierro, etcétera. Por esto es importante prestar atención a su estado y acudir al médico si se vuelven frágiles y quebradizas, porque podría ser síntoma de patología.

La deshidratación también empeora la calidad de las uñas y aumenta su fragilidad. Las alteraciones hormonales que se producen durante la menopausia pueden afectar a la queratina, la sustancia de la que están compuestas las uñas y que proporciona resistencia.

Para cuidarlas, aplícate a diario, antes de acostarte, una crema hidratante para manos y uñas, ponte guantes para fregar o si vas a utilizar algún producto químico o irritante, cuida tu alimentación, practica ejercicio regularmente, no te automediques, y consulta al médico si tus uñas se vuelven frágiles y finas y/o presentan alteraciones en el color.

Agencias 

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