Esta enfermedad es la causa de muerte de 30 mil personas en el país y su contagio es a través de la sangre
VIOLETA vivió 32 años con el virus de la hepatitis C. Lo contrajo a través de una transfusión sanguínea que le practicaron en la década de los ochentas, cuando había pocos controles en los hospitales para evitar situaciones como la ocurrida a esta mujer, quien vivía de manera normal su vida.
La señora se enteró por su hijo, quien presentó una combinación de enfermedades incluidas la dermatitis, rinitis, asma y alergia alimentaria, de las que los médicos no hallaban origen.
-Le hicieron exámenes que dieron como resultado que padecía esta enfermedad, y entonces al buscar su origen en la familia resultó que yo fui quien lo contagió, tampoco estaba consciente de cómo pudo ocurrir, hasta que haciendo un recuento de mi vida, recordé que en algún momento me habían hecho una transfusión -comentó la entrevistada quien afirma que la enfermedad le “comió” tres cuartas partes de su hígado.
Gracias a este hecho fortuito, Violeta comentó que pudo recibir a tiempo un tratamiento y lograr erradicar el mal, al igual que su niño, nada más que en este caso no fue tan sencillo porque el medicamento que requería tenía un costo de un millón y medio de pesos, cantidad que ni en sueños ha visto y que no alcanzaría a juntar ni vendiendo todos sus bienes.
Esta mujer, quien se considera una de las afortunadas que logró sobrevivir a la enfermedad, ahora pide ayuda para conseguir medicamentos para los niños que la padecen, ya que a diferencia de los fármacos que se emplean para adultos, los pediátricas no están contemplados para ser incluidos en el cuadro básico del IMSS y del Sector Salud, por lo que se ven en la necesidad de conseguirlas por otras vías.
Afortunadamente por medio de la Asociación En Hepatitis “C” cuenta conmigo, se logró contactar a un médico en el extranjero que buscaba a tres niños para repartirles el contenido de la dosis de un medicamento llamado “Jarvoni”, y uno de ellos fue su niño que ahora cuenta con 11 años de edad y una vida normal.
Al respecto, la presidenta de esta agrupación, la Licenciada en Enfermería Hilda García Manzano, comentó que la hepatitis C se considera como un asesino silencioso, ya que es asintomática y puede contagiarse inclusive por el uso de una navaja de afeitar o de un corte de uñas. -Por esta razón se detecta muy tarde, generalmente cuando ya está casi a punto de producir cirrosis hepática y cuando no hay más opción que obtener un trasplante o la muerte -subrayó.
Para advertir de esta enfermedad que cada vez tiene más prevalencia a nivel mundial, y que es la causa de muerte de 30 mil personas en el país, se organizará este 28 de julio la primera carrera atlética “Hacia la Cura de la Hepatitis C”, ocasión en la que se realizarán 600 pruebas gratuitas para la detección oportuna de este terrible mal que propicia que el hígado se endurezca a manera de un plástico y que ya no libere las enzimas y azúcares que requiere el cuerpo humano para sus funciones.
-Es importante hacer hincapié que por contagiarse a través de la sangre son factores de riesgo el hacerse tatuajes y piercings en lugares con dudosas medidas de higiene -dijo la gastroenteróloga, Lolbé Pinzón, quien en la rueda de presa estuvo acompañada de su esposo, el pediatra neonatólogo, Jesús Iván Cruz, quien aprovechó para explicar que también puede darse el contagio de madre portadora del virus de la Hepatitis C al producto.
El riesgo es mayor en las personas con múltiples parejas sexuales, pacientes con hemofilia, usuarios de drogas ilícitas o inhaladas, personas portadores de VIH y hepatitis B, hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, usuarios de drogas intravenosas, personas que fueron hemotrasfundidas o a quienes se les practicó algún procedimiento invasivo antes del año 1995.
El costo de la inscripción a la carrera de 5 kilómetros, que tendrá como punto de salida y meta el parque de las Américas, es de 150 pesos. La organización recalca que aunque las personas no corran pueden acudir a realizarse la prueba que ofrece el resultado en cuestión de minutos.
Texto y foto: Manuel Pool
