En entrevista en la que el titular del Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano y Territorial (Imdut) del Gobierno del Estado, Aref Karam Espósitos, hizo un análisis detallado sobre el funcionamiento del sistema de transporte público en Mérida, salió a relucir que se requiere una inversión del orden de los 2 mil 500 a 3 mil 500 millones de pesos para su modernización.
-Hay mucho desorden en la estructura del transporte– afirmó Karam Espósitos.
El funcionario consideró que, para iniciar con el proceso, se requiere trabajar en la infraestructura, que incluye aspectos como el uso de las nuevas tecnologías y aplicaciones, además del rediseño de las rutas, con lo que el sistema podría mejorar entre un 70 y 80 por ciento. En este sentido, dijo que una de las rutas pendientes es la del Circuito Periférico, que para entrar en operación requiere de la construcción de vías alternas para evitar accidentes por alcances.
-En la actualidad, la cobertura en cuanto a transporte público para Mérida es de un 94%, esto quiere decir que apenas un 6% de la población, tiene que caminar más de 400 o 500 metros para abordar un autobús– detalló el funcionario, quien recalcó que esto no necesariamente implica que el servicio se preste con la eficiencia, frecuencia y unidades adecuadas.
En Mérida, a diario, el 90 por ciento de los usuarios se trasportan en camiones, cuya antigüedad hasta el año pasado era en promedio de 10.2 años. El reglamento habla de unidades de máximo 10 años de antigüedad, pero en la práctica se han detectado camiones registrados desde 1971, reveló Karam Espósitos, quien destacó que de manera oficial están registradas mil 561 unidades de las cuales mil 200 circulan de manera simultánea.
-El resto sirve de reserva para sustituir a las que por mantenimiento o alguna otra razón están fuera de circulación– detalló.
Acerca del estado que guardan las unidades, Karam Espósitos dijo que aún no se establecen los criterios para definir los parámetros que podrían referir al tema ambiental, a cuestiones relacionadas con el motor, a ser de fácil acceso para las personas con discapacidad y a cuestiones de seguridad.
-En uno o dos meses tendremos esos parámetros; sin embargo, está claro que las unidades deben ser verificadas dos veces al año, y pasar por una revisión física y mecánica al cambiar sus placas, lo que haremos este año independientemente de que haya o no reemplacamiento– indicó el entrevistado, y reconoció que hay unidades que hace 4 o 5 años fueron revisadas al momento de cambiar sus láminas y que a la fecha no han sido inspeccionadas.
El proceso para cambiar unidades está contemplado como una de las últimas fases del proceso de modernización, para lo cual se buscará acompañar a los concesionarios en la búsqueda de financiamiento que podría proceder de bonos verdes.
Texto: Manuel Pool Moguel
Foto: Cortesía
