Tras el recalcitrante sentimiento de las madres que perdieron a sus hijos aquella madrugada del 26 de septiembre del año pasado, se reúnen ahora para platicarle al Papa Francisco sobre las “mentiras” de Enrique Peña Nieto y que su mensaje pueda traspasar las fronteras.
“Me muero en mi casa. Por lo menos aquí siento que estoy haciendo algo”. Blanca Luz, una de las madres de desaparecidos de Ayotzinapa que ha llegado este lunes a Washington desde México.
Junto a ella, otras cuatro de sus compañeras llegaron a Washington con un único objetivo: hablar con el papa Francisco el 26 de septiembre, el día que se cumple exactamente un año que desaparecieron los 43 estudiantes.
Cuando se dé el encuentro, planean entregar al pontífice una copia del informe de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos que contradice la versión dada desde el principio por las autoridades mexicanas.
Las madres que ahora se encuentran en territorio estadounidense llegaron en nombre de la Asamblea de los 43 y tratarán de alcanzar a Francisco son Angélica González González; Hilda Hernández Rivera; Hilda Legideño Vargas; y Luz María Telumbre Casarrubias.
Cansadas pero firmes, todas ellas mostraron su determinación de lograr el encuentro papal para exigir que les devuelvan a sus hijos. “Venimos a comentar lo que ha pasado y a exigir al Gobierno de Peña Nieto que nos los entreguen”, explicó Hilda Hernández, quien consideró que trataron de engañarlas desde el principio porque “nos cree muy ignorantes”.
En plenas épocas de la celebración de la herencia hispana, un grupo de cien mujeres que caminaron el mismo número de millas planean un encuentro con las madres de los normalistas.
Hoy se unirán a ellas en una vigilia a favor de los derechos de los inmigrantes. Además tienen planeado un encuentro con representantes en el Capitolio y viajarán a Nueva York, donde participarán de diversas actividades para denunciar las “mentiras” que, según ellas, ha dicho el gobierno mexicano.