Del teletrabajo al metaverso

Carlos Hornelas
carlos.hornelas@gmail.com

El regreso a las oficinas está cada vez más cerca. O al menos es lo que se escucha últimamente. La pandemia ha provocado sendos cambios en las formas de trabajo y se empiezan a sentir las consecuencias en diversas áreas.

El teletrabajo, por ejemplo, es una de ellas. Si en un primer momento los grandes gigantes informáticos se habían sentido confiados en que tal vez no requerirían ya ni las instalaciones físicas ni los horarios laborales, ahora reculan y buscan la manera de volver a las condiciones originales pre-pandémicas.

Aunque también es justo mencionar que se ha dado la oportunidad para que muchos trabajadores saquen provecho de esta circunstancia y establezcan relaciones laborales allende su ubicación geográfica, merced a la tecnología digital.

De tal forma que, en algunos casos, la conexión global con el mundo se ha facilitado gracias a escenarios en los cuales trabajador y empresa no requieren por fuerza converger en un espacio determinado sino mantener una plataforma tecnológica en común para poder colaborar.

En lo que se refiere a las condiciones de las instalaciones, los trabajadores advierten que las empresas tendrán que habilitar espacios en los cuales se puedan llevar a cabo todos los protocolos que equilibren la actividad productiva con las exigencias mínimas de seguridad, higiene y salvaguarda de la salud.

En ese orden de ideas se empieza a planear el retorno a la actividad plena con horarios escalonados, flexibilidad de la jornada presencial en las instalaciones, jornadas híbridas combinando teletrabajo y asistencia a las oficinas, cumplimiento de metas antes que de horarios, por mencionar algunos cambios.

Ante este escenario, Facebook ha invertido años de investigación y desarrollo, así como millones de dólares para colocarse a la vanguardia de estas tendencias. El jueves pasado presentó un servicio llamado Horizon Workrooms que ofrece una sala de juntas virtual en la cual se pueden conectar diversos usuarios a través de una plataforma en la cual podrán escoger sus avatares para sostener reuniones lo más parecido a una experiencia en persona.

Los participantes podrán seleccionar un dibujo animado tridimensional personalizable, al cual podrán vestir con las prendas de su elección. Las paredes de la sala cuentan con pizarras virtuales interactivas para que los convocados puedan escribir y dibujar para compartir sus ideas con el resto del grupo.

La apuesta de Facebook es llevar el campo de la Realidad Virtual más allá de los videojuegos e introducirla de lleno en el teletrabajo, aprovechando el impulso al mismo como consecuencia de la pandemia. Cualquiera puede recorrer la sala virtual como si se tratara de una instalación física tradicional.

Pero aún más allá, se podrá conectar con el mundo real e introducir al virtual toda clase de información para poder trabajar con ella en los encuentros laborales. En ese sentido se habla de una “continuidad” de los mundos digitales en los cuales ya habitamos.

Por añadidura, la plataforma busca también hacer coincidir a la llamada Realidad Aumentada, es decir, se quiere convertir tanto en una plataforma de inmersión a un mundo digital paralelo como también de acceso a experiencias virtuales desde el “mundo real”. Esta convergencia entre ambos ámbitos, por llamarle de alguna manera, es el verdadero derrotero de la compañía, quien en palabras de Zuckerberg aspira a dejar de ser considerada una empresa de redes sociales para ser la “precursora del metaverso”, es decir de la posibilidad de convergencia entre el mundo real, el virtual y el aumentado por las tecnologías digitales.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *