Temen que La Niña genere más fenómenos extremos

Los meteorólogos predicen tormentas e inundaciones en algunas regiones del planeta, pero a la vez sequía en otras

Eventos meteorológicos motivados por el fenómeno de La Niña, que podría actuar por segundo año consecutivo aunque más débilmente que en 2020, producirán hasta noviembre tormentas e inundaciones en algunas regiones del planeta pero a la vez exacerbarán la sequía en otras, advirtieron expertos.

En un informe publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los meteorólogos predicen temperaturas en las masas continentales superiores a la media hasta noviembre, especialmente en el hemisferio norte, pese a que La Niña suele producir un enfriamiento del suelo oceánico, sobre todo en el Pacífico.

“Cambios en el clima inducidos por la actividad humana están amplificando el impacto de eventos naturales como La Niña, lo que influye cada vez más en los modelos meteorológicos, especialmente en forma de más calor y sequías o inusuales lluvias e inundaciones”, advirtió el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.

El responsable de la organización recordó que las sequías y olas de calor han aumentado los incendios forestales, como este verano ha podido verse en el Mediterráneo y en California, Estados Unidos, entre otras áreas.

“En los últimos meses hemos visto el efecto devastador y trágico del cambio climático en casi todas las regiones del planeta, donde aumenta la gravedad y la frecuencia de los desastres”, aseguró el experto finlandés.

Taalas concedió que los sistemas de alerta temprana y gestión de desastres han mejorado en los últimos años, reduciendo el coste en vidas de muchos desastres, “pero su impacto socioeconómico y humanitario sigue aumentando en forma de más inseguridad alimentaria, migraciones y posible descontento social”.

Cae la deforestación en la Amazonia

La deforestación en la Amazonia brasileña cayó en agosto por segundo mes consecutivo, pero continúa en niveles altos, según las alertas registradas por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe).

El Inpe contabilizó un total de 918 kilómetros cuadrados de deforestación el pasado mes, el menor nivel desde agosto de 2018 y un 32 % inferior al del mismo periodo del año anterior.

Las alertas de deforestación entre enero y agosto de este año alcanzaron los 6,026 kilómetros cuadrados, lo que supone una leve reducción del 1.2 por ciento frente a los primeros ocho meses de 2020 (6,099 kilómetros cuadrados).

Los datos son obtenidos con imágenes de satélite, pero, según admite el propio organismo gubernamental, no constituyen el balance oficial sobre deforestación, que es divulgado a finales de año, sino que identifican posibles puntos de riesgo.

Según el Inpe, indican una tendencia y sirven para alertar a los fiscales medioambientales sobre dónde centrar sus esfuerzos en la lucha para proteger el bioma, amenazado tanto por la deforestación como por los incendios.

Pese a la leve caída de las alertas de deforestación en el acumulado del año, las cifras son casi el doble que las registradas en el mismo periodo de 2018, antes de la llegada al poder del presidente Jair Bolsonaro.

Los aún elevados números son atribuidos por las organizaciones medioambientales a las “omisiones” del líder de la ultraderecha brasileña.

Texto y foto: EFE

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