Viven un infierno y quieren dejar de sufrir, pero no encuentran la manera de hacerlo, señala la presidenta de Salvemos una Vida, Alis García Gamboa
Previo a la pandemia, en la Asociación “Salvemos una vida” se recibían al día entre 10 a 12 llamadas para solicitar ayuda psicológica, pero a la fecha esta cifra se ha incrementado escandalosamente llegando hasta a 30, lo que hace necesario que instancias de la sociedad civil, como la Asociación de Egresados en Yucatán de la Universidad Nacional Autónoma de México (Aseyunam), unan sus esfuerzos para reforzar los programas de prevención y atención.
En rueda de prensa en la que se informó de las primeras actividades que se pondrán en marcha a partir de esta alianza, a la que también se suma la Asociación de Lenguaje de Señas, con la finalidad de llegar con un mensaje de prevención del suicidio a este grupo vulnerable, la presidenta de “Salvemos Una Vida”, Alis García Gamboa, recalcó que es en el sureste de México donde hay más gente que no quiere seguir viviendo y opta por la puerta falsa.
“Viven un infierno y quieren dejar de sufrir, pero no encuentran la manera de hacerlo”, dijo la entrevistada, quien destacó que, aunque este problema es multifactorial, una de las razones principales por las que hay un porcentaje altísimo de suicidios en nuestro estado es por las agresiones que se registran en el seno de la familia.
“A principios de la pandemia la gente se encerró en su casa, se hablaban, convivían, pero pasó el tiempo de encierro y ahora que salen a trabajar, se dispararon los suicidios, especialmente los fines de semana, cuando no hay nadie en la casa, que es cuando lo llevan a cabo”, explicó.
Al recordar que la agrupación que preside ha cumplido ya 26 años luchando porque la gente quiera vivir bien, con felicidad y en familia, manifestó que para prevenir este problema es muy importante la comunicación.
“Sabemos que estamos en una época difícil, pero tenemos que hablar más con nuestra gente, nos estamos encerrando en nosotros mismos por todas nuestras problemáticas personales y no estamos hablando con nuestros hijos, con la gente que está a nuestro alrededor”, señaló García Gamboa, quien, a manera de ejemplo, comentó de casos en los que los compañeros de una persona que optó por la puerta falsa, lamentan no haber tomado la decisión de hablar con esta persona al momento en el que lo vieron retraído o alejado.
En este sentido, comentó que la petición es ayudar a toda la familia y, especialmente, a los hijos pequeños, a los que, subrayó, hay que empoderar, recordándoles lo que valen como seres humanos y que no necesitan de las cosas externas para poder vivir, para sobresalir.
Vale la pena destacar en este punto el comentario del presidente de la Asociación de Egresados en Yucatán de la UNAM, Fausto Solís Rivera, quien consideró que en el mundo materialista actual, el éxito depende de cuánto dinero se tiene, en qué casa se vive o cuál es el modelo de coche, por lo que al cambiar los valores de la gente, se está perdiendo el concepto de felicidad.
“Se ha demostrado en estudios recientes que lo que permite tener la felicidad en la gente es la profundidad de los vínculos humanos. Ten grupo de amigos, a tu familia cerca, ten atendida a tu pareja, eso es lo que nos hace humanos y es lo que la pandemia vino a voltear, nos separó, y ese es el mensaje que queremos llevar a la gente”, expresó.
Y aunque en estos momentos hay mucha ayuda de diversas agrupaciones de especialistas en la materia, que se han abocado a atender la prevención y atención del problema, incluyendo al Ayuntamiento de Mérida, cuyo equipo de psicólogos se han esmerado en tomar los cursos y capacitarse, es una realidad que no nos damos abasto, reconoció la señora García, quien recordó con mucha tristeza una semana en la que se registraron siete suicidios.
SACUDE A LA SOCIEDAD SUICIDIO DE MENOR EN TICUL
A todo este panorama sombrío se sumó el caso de un niño de 10 años que ayer lunes se quitó la vida en Ticul, donde con gran tristeza se comentó que fue el padrastro del chico, quien al regresar de la parcela encontró el cuerpo del pequeño colgado al interior de la vivienda. Se desconoce la razón por la que el menor tomó la fatal decisión. Los hechos ocurrieron a la una de la tarde y fue a las 16 horas que arribaron los elementos del Servicio Médico Forense para levantar el cadáver.
“Todo esto es muy triste, por saber que al sacar las cifras en estos últimos tres meses, resultó que casi cada 36 horas tenemos un suicidio, y la mayoría son jóvenes”, reveló García Gamboa, quien pidió a la ciudadanía estar un poco más conscientes de nuestra actuación en casa.
“No hay que recurrir a la agresión familiar, los golpes, gritos e insultos lo único que hacen es llevar a crear resentimiento, odio, y una agresión a corto, mediano o largo plazo”, recalcó la directora de “Salvemos una vida”, quien resaltó que un estudio arrojó que los padres que ahora son maltratados en su momento hicieron lo propio a sus hijos, que ahora se desquitan pagándoles con la misma moneda.
CAMBIÓ EL VALOR DE LA FELICIDAD: HAY FRUSTRACIÓN SOCIAL
Finalmente, la maestra en Desarrollo Social e integrante de la Aseyunam, Laura Limón, afirmó que para atender este problema se tiene que investigar la razón por la cual la gente se está suicidando, y en este sentido comentó que, al romperse el tejido social y dejar de existir la familia como tal, el alcoholismo y la drogadicción hacen acto de presencia para quebrar la estabilidad mental de la sociedad.
-Hay un cambio de valores en una sociedad que, por una parte, tiene acceso a información que hace que la persona aspire a tener satisfactores a los que le dicen que lo harán feliz, pero que en la realidad no puede alcanzar por vivir en condiciones de una desigualdad estratificada, en una sociedad tan vulnerable con tantos problemas, no solo en la parte económica, donde el 70 por ciento de la población del país está en pobreza y vive con dos salarios mínimos y ya no hay ni desarrollo humano ni económico– planteó.
“Para atender el problema –continuó- tenemos que partir de los datos estadísticos, para saber quiénes se suicidan, de qué edad son y cuál es su condición y sus características psicosociales; y esto nos arroja que se trata de gente joven, en edad productiva, en su mayoría varones”, destacó la entrevistada, cuya acotación coincide con los últimos datos que se reportan al respecto, incluyendo el caso del niño de Ticul. En Yucatán suman ya este año 193 suicidios, 159 de hombres y 34 de mujeres, en 45 municipios.
Texto y fotos: Manuel Pool