Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
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En la historia del deporte en México hay grandes atletas que han dejado su huella indiscutible para realzar a nuestro país a lo largo del mundo, ya sea por su talento, su perseverancia o, en algunos casos, porque nunca se cansan de ganar. Aunque lo único cierto es que sea cual sea el camino que tomemos, siempre nos traerá de regreso a casa.
Paola Michelle Longoria López nació el 20 de julio de 1989 en San Luis Potosí y su rápido acercamiento al deporte le mostraría también la realidad que se vive cuando queremos seguir avanzando. A pesar de que ya había sido campeona en los mundiales junior en las categorías de 12, 14, y 16 años, cuando quiso incursionar en el ámbito profesional no consiguió el apoyo requerido por lo que a los 17 años emigró a Estados Unidos, donde no todo fue miel sobre hojuelas.
El rápido ascenso de Paola se vio consolidado cuando llegó al puesto 1 del ranking mundial de ráquetbol tras finalizar la temporada 2008-2009, un puesto que solo ha abandonado un par de veces en los últimos 13 años. Que han sido refrendados por múltiples medallas de oro, tanto en la modalidad individual como dobles de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos y Campeonato Panamericano de Ráquetbol.
Pero su dominio fue coronado cuando se proclamó campeona en el mundial de su especialidad en el 2012, mismo que repitió en el 2014 y 2016, en la final del 2018 no logró retenerlo, pero nuevamente sería campeona mundial en 2021. Sin embargo, este año traería un motivante extra porque el campeonato mundial tenía como sede México, específicamente, en San Luis Potosí.
Los meses previos a este nuevo compromiso se vieron marcados por las declaraciones debido a la falta de apoyo a la selección nacional de ráquetbol por parte de la Federación Mexicana y de la propia Conade, alegando esta última institución que se debe a una falta en la comprobación de gastos de años anteriores que han impedido que se les libere el dinero. Debido a esto la propia Paola recurrió a pedir apoyo de las personas a través de un fondeo en internet para poder solventar la participación de todo el equipo.
Y cumplieron con creces. Paola Longoria obtuvo la semana pasada, en la tierra donde nació, su quinto título mundial tanto en la modalidad individual como en la de dobles, lo que la coloca como la mejor raquetbolista en la historia de su disciplina. La niña que jugaba con sus muñecas a ser deportista profesional ahora cuenta con su propia muñeca en un homenaje realizado el año pasado por la cadena más famosa.
Quizá falte todavía algunos años para que el ráquetbol sea considerado dentro del programa olímpico, a lo mejor Paola, quien hoy tiene 33 años, ya no esté en activo para cuando eso suceda, pero seguramente habrán incontables niñas y niños que eligieron representar a su país en este deporte inspirados por la eterna campeona.
