Los reducidos niveles de captura de mero, desde la apertura de la temporada de pulpo, han impactado directamente a los sardineros del puerto de Progreso, quienes han visto disminuidos los montos de compra de producto, así como el precio del mismo.
La captura de sardina en Progreso, utilizada como una carnada para las artes de pesca de especie de escama como el mero, negrillo, rubia y canané, había presentado buenas cantidades de captura, junto con una demanda favorable gracias al buen precio que mantienen las pesquerías, sin embargo, tras el inicio de captura de mero, la demanda ha reducido ampliamente debido a que las embarcaciones se han concentrado en el molusco y han dejado la pesca de escama en segundo término.
Alrededor unas 50 familias de Progreso, se ven perjudicadas con esta situación, ya que los pescadores, de los cuales dependen dichos grupos familiares, apenas consiguen sacar gastos y pequeñas ganancias por las largas noches de pesca para conseguir la sardina.
Actualmente, cada lancha que llega al puerto de abrigo de “La caleta”, (principal zona surtidora de carnada en Progreso), trae consigo entre 750 kilogramos y 1.5 toneladas del producto fresco, de los cuales en muchas ocasiones únicamente logran vender con rapidez el 50 por ciento, a precios que han disminuido de 8 pesos a principio de la temporada a 3 pesos en la actualidad.
De esta manera, en un viaje en el que consiguen vender una tonelada al precio indicado, apenas consiguen ganancias de 3 mil pesos, divididos entre 3 pescadores, y con gastos de entre mil pesos y mil 500 pesos por salida; lo que al final le deja a cada hombre de mar ganancias de solo 500 pesos.
Ante lo mencionado, es lo que preocupa a los pescadores de sardinas, pues la baja pesca del mero y del pulpo han provocado la baja venta de este pez como carnada.
