El Club Ermita surge por la pasión futbolera del Mundial de Inglaterra 1966

Un grupo de jovencitos deja volar su imaginación y emula los partidos que ve por la televisión, hasta que poco a poco evolucionan y  forman el Club Sporting, hoy el Club Ermita

Argentina venció ayer a Croacia y logró su pase a la final del Mundial de Qatar, y en este ambiente futbolero nos remontamos 56 años atrás, y recordamos cómo un grupo de jovencitos, motivados por el desarrollo del Mundial de Inglaterra en 1966, dejaron volar su imaginación y emularon aquellos partidos que vieron por la televisión y hasta nombraron Wembley a la canchita en la que jugaban.

Estos fueron los inicios de este deporte en la zona sur y poniente de la capital yucateca, cuyos jugadores de aquel tiempo relatan que comenzaron jugando con una pelota de hule en la calle lateral a la Ermita de Santa Isabel, para poco a poco evolucionar y formar primero el Club Sporting y posteriormente el Club Ermita, que a la fecha es orgullo de este tradicional barrio.

Al respecto, el profesor Víctor Manuel Pinto Matos, en su obra Ermita de Santa Isabel, Historia de un Barrio, 50 años de fútbol, refiere que en aquel Mundial, México participó con una de las mejores selecciones en su historia con Nacho Trelles en la dirección técnica y que de tres partidos perdió uno, contra el anfitrión, que finalmente se coronó campeón derrotando a Alemania en el Estadio de Wembley.

La canchita a la que estos jóvenes y niños soñadores llamaron como a aquel mítico estadio, se encontraba en la Hacienda Mulsay y fue descubierta por Diego Varguez. Para llegar a ella, aquellos chicos tenían que abordar el Camión de la Ruta 69 San Marcial, (ya desaparecida) y caminar 300 metros entre los henequenales.

Don Víctor recuerda que entre los que asistían a jugar a aquel lugar se encontraban Diego Vázquez, hermano de Diego, Evaristo Dzul, Enrique Arceo y Lenin González, todos de La Ermita, además de otros del rumbo del Álamo como Marino Loroño y Alfonso “Popo” Herrera.

En la esquina del Álamo, ubicada en la calle 71 por 68, comenzaron las “cascaritas’’ a principios de los años sesenta, y en esto tuvieron mucho que ver los jóvenes que ya practicaban el fútbol y que frecuentaban el lugar para enamorar a las muchachas del rumbo.

Uno de ellos fue Raimundo “Rayo” Aguilar, quien fungió como entrenador del “Sporting de la Ermita” en el torneo 1967- 1968 de la Asociación de Fútbol de Yucatán, que entonces era la única liga.

Don Víctor cita en su amena obra, publicada en 2017, que en el primer partido el equipo rival no llegó y se decretó el forfit, pero para formalizar se tiraba un penal sin portero para que el gol apareciera en la tarjeta del árbitro, y el elegido para cobrarlo en aquella ocasión fue Gaspar López Poveda, quien con el paso de los años se convirtió  en periodista especializado en deportes.

Para el siguiente Mundial, que se jugó por primera vez en México en 1970, la efervescencia por el fútbol llegó a tal grado que quienes practicaban el béisbol, el sóftbol y el básquetbolñ en la Ermita, San Sebastián y el Ex Rastro, comenzaron a organizar sus equipos y hasta se organizó a fines de aquel año un torneo de categoría libre en el campo de sóftbol de San Sebastián cuyas gradas se llenaban y hasta se destaca que había gente disfrutando de los partidos tras el alambrado.

Texto y fotos: Manuel Pool / Cortesía