Analistas coinciden en que los resultados de los comicios de hoy confirmarán una reconfiguración de fuerzas a nivel nacional
Los resultados que deriven este domingo de la votación de más de 15 millones de personas en Coahuila y Estado de México, el más poblado del país, darán el pistoletazo de salida en la carrera por la presidencia de 2024 y está previsto que confirmen el auge del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Según expertos consultados por EFE, estos comicios son el último escollo político que los partidos necesitan sortear antes de empezar a definir sus candidatos presidenciales e ir parapetándose para afrontar la sucesión del actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador.
“Totalmente van a ser el pistoletazo de salida, porque aún no se han discutido las candidaturas ni se han armado estrategias. Una vez concluidas las elecciones no va a haber pretextos para posponer el inicio de las negociaciones reales”, explicó el politólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Jorge Márquez.
La alta probabilidad de que Morena le arrebate el Estado de México al Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde ha gobernado de forma ininterrumpida por cerca de 90 años, consideró que insuflará al partido fundado por López Obrador una sensación de “victoria anticipada” de cara a las presidenciales.
No obstante, la previsión de que el PRI, que se presenta en coalición con el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), mantenga el estado de Coahuila, calmará las aguas de una alianza opositora que llegará a 2024 notablemente mermada.
“Se va a empezar a prefigurar el escenario del triunfo electoral de Morena en las elecciones presidenciales”, valoró el experto en procesos electorales de la Universidad Autónoma de México (UAM) Javier Santiago.
Aunque los partidos empezarán el próximo lunes a mover sus fichas, el proceso electoral no arranca legalmente hasta septiembre, cuando deberán empezar a formalizar sus candidaturas.
El partido de López Obrador, aunque todavía tiene que determinar mediante un proceso interno quién será su representante, es claro favorito en todas las encuestas. La coalición PRI-PAN-PRD tratará de hacerle frente, aunque no a cualquier precio.
“La alianza verá qué le alcanza y qué no. Si no llegan a la presidencia, no meterán dinero a la candidatura, pues ellos van a por el Congreso para que no se vuelvan a repetir los excesos de López Obrador”, vaticinó Márquez.
Ambos analistas coincidieron en que los resultados de los comicios estatales confirmarán una reconfiguración de fuerzas a nivel nacional: Morena, según Márquez, como “una aplanadora”; el PRI, de acuerdo con Santiago, “en estado moribundo”.
De este modo, el PRI, que gobernó el país durante más de 70 años, tendrá que adaptar sus exigencias a su nueva realidad, lo que inclinaría la balanza a favor del PAN a la hora de seleccionar al candidato de la coalición.
Morena, por su parte, aglutinaría tal cantidad de votos que sus socios en este sexenio, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), ni siquiera obtendrían representación.
En las semanas previas a los comicios estatales, desde los propios partidos y algunos medios de comunicación se avivó el fantasma de un posible fraude. Especialmente en el Estado de México, aunque el instituto electoral de la región y el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, lo han negado con rotundidad.
Los expertos entrevistados por EFE, no obstante, señalaron que la desconfianza es un elemento consustancial a las elecciones en México y que son probables los casos de compra de votos.
“Los mecanismos de fraude tradicionales, que se hacían desde el Estado, ya no son posibles. Lo que sí se pudiera dar es la compra de votos, algo que hacen todos los partidos”, subrayó Santiago.
Texto y foto: Agencias