La prueba de la verdad…

En un país muy lejano, y por supuesto muy hermoso, vivía una princesa bella, inteligente, sensible y con mucho arte, tocaba la guitarra como un ángel. Y también era taurina! Admiraba mucho los lances de Manzanares y de Garrido…

La princesa cumplió diecisiete años y quiso acompañar a su padre, el rey, en sus viajes por el mundo. Quería ayudarle en su arduo trabajo. Y conocer sitios lindos! La reina no se opuso, pero impuso dos condiciones. Llevaría un profesor con ella. Y una acompañante…

Como acompañante no hubo problema: la princesa se decantó por sus dos mejores amigas: Silvia y Marta. Pero la búsqueda del profesor fue más laboriosa. La reina quería a alguien listo, con presencia, con porte. El rey quería a alguien sincero!

Se presentaron varios candidatos. Unos dijeron buenas tardes cuando ya anochecía y fueron expulsados por faltar a la verdad. Otros falsearon su propio nombre. Uno contó tantas mentiras que en palacio se sonrojaron de vergüenza ajena!

Finalmente quedaron dos…

El rey dispuso que cada uno pasara la noche en un dormitorio especialmente escogido para él. Así se hizo. Un cuarto tenía las paredes pintadas de blanco, las del otro eran de tono rosa. Se apagaron las luces y el sueño fue llegando, sin prisa y sin pausa…

Amaneció…

Preguntaron al primer tipo, el que había descansado en la habitación de paredes blancas, si le había gustado el color rosa del aposento. Dijo que sí, que muchísimo, que le recordaba a los claveles… Le señalaron amablemente la puerta…

El segundo candidato aguardaba, paciente. Le dijeron que opinaba de la tonalidad blanca de la pared de su alcoba. “Las paredes de mi alcoba eran de color rosa, Majestad, me recordaron el vuelo de un capote.” Dijo la verdad, la princesa aplaudió…

Y le contrataron de inmediato…

Hoy mi particular adaptación del divino cuento La princesa y el guisante…

Dedicado a los escritores de cuentos infantiles
Dedicado a Manzanares y Garrido
Dedicado a Silvia y Marta, hoy lo hemos pasado genial, como siempre
Dedicado a las personas sinceras
Dedicado a Luisito, con un abrazo

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