Editorial de Peninsular Punto Medio

Y bueno, la historia de la aviación en Yucatán escribió un nuevo capítulo, pues al final el primer vuelo de la nueva Mexicana de Aviación aterrizó en Mérida.

¿La causa? Un banco de niebla que no permitió su aterrizaje en Tulum, tal como se había programado para unir por ese acto los dos aeropuertos construidos por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Lo que de verdad es increíble fue la crítica por parte de la oposición a este primer vuelo y más por su aterrizaje en Mérida. Aunque no se dice o se aclara que fue por causas de fuerza mayor, por causas naturales. En todo el mundo, un banco de niebla es motivo para desviar cualquier vuelo pese a todos los instrumentos tecnológicos que se tienen en cabina o en las torres de control. En fin.

Lo que realmente importa es que esta nueva aerolínea viene a rescatar el trabajo o la liquidación por sus años de esfuerzo a cientos de mexicanos. Se les pagó la indemnización solicitada desde hace más de 10 años cuando se quebró a esa empresa.

Además, ahora ya se tiene una nueva aerolínea que permitirá a los que utilizan ese transporte acceder a otra opción, independientemente del costo de los boletos o el aeropuerto al que lleguen en la capital del país.

Con esta nueva aerolínea, el presidente López Obrador volvió a cumplir otro de sus compromisos, hay que decirlo, le guste o no a algunos mexicanos.

Por lo pronto, Mexicana de Aviación, aerolínea del pueblo de México, cubrirá inicialmente 20 destinos del país como parte del plan propuesto por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), encargada de administrar esta nueva empresa pública.