Al reconocer que el PRI enfrenta un panorama complejo ante la cercanía del 2018, el primer priísta del estado, Rolando Zapata Bello exigió a los militantes a dejar la soberbia, a encabezar una contraloría política, a comunicarse mejor, a retomar las asambleas, es decir, a renovarse, ya que de eso dependerá el triunfo en el próximo proceso electoral.
Ante un centro de convenciones abarrotado, el priismo yucateco estuvo de fiesta. Entre saludos, besos, fotografías, aplausos y porras y una voz que decía: “el que no aplauda no es del PRI”, el gobernador del Estado, Rolando Zapata Bello celebró el triunfo que le dio la ciudadanía aquel primero de julio de 2012.
Minutos antes de las 10 de la mañana, decenas de militantes, presidentes municipales, consejeros estatales y municipales, miembros del gabinete, así como funcionarios federales, arribaron al Centro de Convenciones Siglo XXI para participar en en el Consejo Político Estatal del Revolucionario Institucional.
Ahí, el dirigente estatal del tricolor, Carlos Pavón Flores dio las palabras de bienvenida. Indicó que el objetivo del encuentro es para conocer la visión de estado y sentir el ánimo de cara al 2018 por parte del mandatario mejor calificado a nivel nacional, Zapata Bello.
Segundos antes de hacer uso de la palabra, el primer priísta de la entidad fue recibido por los presentes de pie, entre aplausos y gritos de ¡Rolando!, ¡Rolando!… Ahí, se dijo emocionado de pertenecer a esta gran familia, porque antes, durante y después de ser gobernador,tendrá tatuado en su pecho el emblema del PRI.
Durante el discurso que duró una hora y seis minutos, Zapata Bello dejó en claro que el destino político de Yucatán está en las manos de todos los priistas, los llamó a hacer un compromiso con la ciudadanía y con el partido. Un compromiso de renovación para cerrar, dijo, con mucha energía y resultados contundentes el periodo del mandato.
“Estos dos años son cruciales para el 2018. Quiero que asumamos el compromiso de revitalización de las estructuras y cuadros. Quiero que todos ustedes y nosotros escuchemos con claridad lo que el territorio tiene que decirnos y deseo que asumamos el compromiso del dinamismo sereno en donde hoy se necesita que todos fortalezcamos al PRI, nuestra casa política”, expresó. Apuntó que sólo con un PRI renovado, revitalizado y dinámico, será el partido que la democracia de Yucatán necesita.
Aunque no quiso aceptar que las cosas para el PRI andan mal, Zapata Bello comentó que es natural que las circunstancias cambien y que la ciudadanía se vuelva más exigente, por lo que recordó estar más cerca del 2018 que del triunfo del 2012. Elección, que determinará el valor y la calificación que la ciudadanía dará a su trabajo, por lo que urgió a la necesidad de renovarse.
Aprovechó para recordar algunas de las acciones realizadas durante estos cuatro años, como son: aumentar el número de empleos formales a 46, 502, cifra que representa el 90 por ciento de los empleos generados en 12 años; la economía industrial crece a doble dígito, el PIB, está por encima de la media nacional, existe una reducción de las carencias alimentarias, se han entregado 90 mil becas educativas y 45 mil computadoras, entre otras.
Ante estas obras y acciones llamó al partido a impulsar la contraloría política, es decir, los militantes deben estar atentos del quehacer público, al grado de convertirse en una caja de resonancia efectiva, viva y permanente.
“Al PRI, sobre todo al PRI, le toca vigilar que sus gobiernos hagan las cosas bien. Sólo si el PRI se convierte en una renovada contraloría política tendremos una buena y verdadera carta de presentación para que en el 2018 podamos pedir que la ciudadanía renueve y ratifique su confianza en nosotros”, enfatizó.
Pero también fue claro, los invitó a vigilar que se destierre la prepotencia y la soberbia de las oficinas de gobierno o de un servicio ineficiente, por lo que apuntó: “Ningún partido pierde tanto como el PRI si un ciudadano siente que alguien del PRI lo trata con desdén, no lo atiende o no hace las cosas como se debe. La soberbia, la indiferencia o el mal desempeño de un funcionario de un gobierno del PRI le cuesta al PRI”.
“Estamos en el mejor momento de entenderlo, de asumirlo y de dimensionarlo”.- Jesús Gómez