René Emir Buenfil Viera
psicrenebuenfil@gmail.com
Me hace sentir tan culpable cuando me chantajea sentimentalmente, y es que me creo completamente todo lo que me dice, y no tengo la fuerza, es más, a veces ni se me ocurre cuestionar si lo que me dice es cierto o no, lo doy por hecho y sólo sé que me hace sentir fatal cuando me echa la culpa de todo lo malo que pasa en nuestra relación, pareciera que hasta lo más mínimo es una terrible ofensa para ella, una que me va a echar en cara cada vez que pueda. De verdad que quiero complacerla en todo lo que puedo. ¿No eso hacen los novios? Pero parece que nunca es suficiente, y me da la impresión que mientras más busco su aprobación o necesito su cariño, menos me lo demuestra, es como si me lo diera a cuentagotas, cuando ella quiere, y eso me hace estar ahí detrás de ella, a veces siento que tengo que rogarle para que se quede, porque llego a un punto de desesperación por la manera tan cruel en que me trata cuando me reclama o está molesta, que termino poniéndome de tapete o cediendo, con tal de que la incomodidad que hay entre nosotros acabe y regresemos a los buenos tiempos, y es que cuando todo está bien fluimos perfecto y nos la pasamos maravilloso, pero dura poco y luego vuelve el conflicto. Cuando peleamos me pide que me ponga en su lugar, que piense en ella, y lo hago, pero no sé qué tanto ella hace eso por mí, y puedo ser empático pero otra cosa es hacer lo que ella quiere, cuando quiere, sin chistar, aunque no me parezca, y con una sonrisa en la cara con tal de evitar una pelea. Algo que me parece muy injusto es que cuando ella comete un error lo minimiza o lo explica de una manera como si no hubiera necesidad de disculparse ni resarcir el daño, como si yo la hubiera provocado, o fueron otras situaciones las que la orillaron a hablarme tan feo o a portarse de esa manera tan grosera, pero antes muerta que admitir que se equivocó, y cuando alguien no admite que se equivoca ¿cómo podría aprender de sus errores?
Claramente lo que me mantiene en esta relación es el amor que le tengo, y que cuando estamos bien nos la pasamos genial y platicamos y convivimos y nos reímos, y que no quiero perderla, y que creo que los problemas que tenemos los podemos solucionar, pero cuando pienso que todo está bien, regresan los reclamos y me sacan tanto de onda que en mi angustia quiero hacer lo que sea necesario para arreglarlo lo más pronto posible, y creo que eso es lo que más me desgasta, porque sigue usando las mismas armas, los mismos argumentos en mi contra una y otra vez, y aunque me diga que me perdona, no lo hace, y además me deja en un estado emocional de tanta confusión y desconfiando tanto de mi intuición y lo que pienso que termino casi casi pidiéndole permiso para hacer las cosas, para no regarla, y eso nos tiene en una dinámica de la relación en la que yo salgo perdiendo, perdiendo mi voz, perdiendo mi valor y mi confianza en mí mismo. Cuando tengo tiempo de reflexionar a solas sí pienso en todo lo tóxico que se ha vuelto esto, pero no quiero estar sin ella.
