Exhortan a tomar medidas drásticas para combatir este grave problema; resaltan uso de energías renovables en la modernización del transporte urbano
Ante el elevado nivel de contaminación que registra el manto freático en la ciudad de Mérida y en diversas partes del estado, la organización Ciudadanos Hartos Asociación Civil (Chac) urgió a las autoridades a tomar medidas drásticas al respecto, como la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales en las colonias y fraccionamientos.
El dirigente de la agrupación, Humberto Reyes Montiel, explicó que la primera acción a llevar a cabo es que cada colonia de la capital yucateca cuente con una planta de aguas residuales.
En Mérida hay más de 400 colonias y fraccionamientos, por lo que un 30% que se abarque de ellos con las plantas sería excelente, consideró.
Acompañado de su colaborador Heyder Gabriel Solís Noriega, el entrevistado señaló que una planta de tratamiento cuesta alrededor de cuatro millones de pesos. Urgió a que se mejore la calidad del agua, porque la ignorancia de la gente de la ciudad es tal que tira sus desechos al manto freático.
Recordó que ya algunos nuevos fraccionamientos cuentan con estos sistemas, y los servicios de internet y electricidad son por vía subterránea.
Sobre la potabilización del agua, explicó que contiene sulfato de aluminio para aglutinar las partículas sólidas, así como cloro. “Mientras más sepa a cloro es más sana”, consideró.
Respecto a los daños a la salud por la contaminación del agua ocasionada principalmente por la fecalización, citó las infecciones intestinales, auditivas, oculares, piel, ronchas y también lombrices.
Reyes Montiel afirmó que para que se garantice un agua adecuada para la población se tiene que perforar por debajo de los 40 metros de profundidad. Antes eran ocho metros y mientras más aumente la contaminación, “se tendrá que bajar más”.
“El problema es la gente que no toma agua potable, la que consume agua de pozo, que es la otra mitad de la población, es la más pobre, vulnerable y expuesta al contagio y enfermedades, que están en el ámbito rural”, alertó.
En su opinión, las granjas porcícolas no contaminan mucho, y calificó como un distractor la campaña negra que se les ha hecho a fin de que la gente se fije en los puercos y no en la fecalización humana.
“La gente sataniza a la industria porcícola. Todo lo contrario del desecho humano es el porcícola, pues es un fertilizante, el lodo de los cerdos tiene nitrógeno y fósforo, el fertilizante universal tiene potasio, sólo eso le faltaría a los desechos de los puercos”, mencionó.
De acuerdo con informes de la Asociación Local de Porcicultores del Estado de Yucatán, esta industria representa el 41% de la producción pecuaria, con una derrama económica de casi siete mil millones de pesos anuales.
De cada 100 granjas enfocadas a la producción de carne porcina en México, 14 de éstas se encuentran en la Península de Yucatán. Generan 12 mil empleos directos y 36 mil empleos indirectos.
El dirigente señaló que en el caso de la empresa Kekén, ésta cuenta con 54 granjas que la abastecen. “La gente, al cerrar una planta, se clausuran el rastro, las instalaciones de alimentos balanceados y antibióticos. Luego resulta que la contaminación está en las granjas que proveen y allá deben ir las autoridades para controlarlas”, comentó.
El esquema de dicho grupo porcíola es criar cerdos, que entrega de pequeños a los granjeros, quienes lo crían y una vez grandes se los venden al corporativo.
“Jurídicamente no le han hecho nada, ya que sus lechoncitos los proporciona a las granjas y esa empresa contamina poco, sus proveedores son los que contaminan”, refirió.
Sobre los reportes que realiza la gente de infecciones de piel que tienen por el lodo y orines de los cerdos, consideró que el mal olor no es por el puerco, sino por los desperdicios de los basureros municipales que carecen de membranas especiales, por lo que se amontonan, sus lixiviados escurren al manto freático y estos contaminan el agua.
Transporte y energía renovable
Reyes Montiel resaltó que actualmente Yucatán está posicionado entre los tres primeros lugares de América Latina en cuanto a la modernización del sistema de transporte público moderno y sustentable.
Hace unas semanas se anunció que a finales de agosto principios de septiembre se estarán incorporando cuatro unidades articuladas, de 18 metros de largo, a la Ruta Periférico, que experimenta importante crecimiento en cuanto al número de usuarios diarios.
De acuerdo al director general de Mobility ADO en la región sureste, Eduardo Córdova Balbuena, se trata de autobuses de la marca BYD, 100% eléctricos, que tienen capacidad de transportar a 180 pasajeros, similares a los que circulan en la Ciudad de México.
En la administración estatal, en Mérida se ha realizado una inversión sin precedentes en transporte de entre 5,000 y 5,500 millones de pesos para transformar a la capital yucateca y su zona metropolitana.
El objetivo es que se renueve el 100% de las unidades de transporte público y será el único estado en el país en conseguirlo.
La inversión se ha distribuido en diversos aspectos del sistema de transporte. Más de 2,700 millones de pesos se han destinado a infraestructura, incluyendo la construcción de Centros de Transferencia Modal (Cetrams), puentes y la central de Plancha. Adicionalmente, se han invertido aproximadamente 2,400 millones de pesos en la adquisición de 600 autobuses modernos, con un costo promedio de cuatro millones de pesos por unidad.
En Mérida, el Ayuntamiento también ha fomentado el uso de la bicicleta, por lo que se instauró el Programa “En Bici”, a través del cual se prestan estas unidades a los ciudadanos.
En Europa, países como Holanda y Francia buscan que las personas se transporten en bicicleta, incluso en el segundo país los empresarios pagaban bonos a sus empleados que iban a sus centros de labores en bicicleta.
En los Países Bajos, el 41% de los participantes en una encuestas reveló que una bicicleta o un “scooter” era su principal modo de transporte. Esta elevada tasa convierte a esta nación en un país atípico, seguido de Suecia (21%) y Alemania (15%).
Sólo siete países registraron porcentajes de uso de bicicletas y patinetes superiores a la media de la Unión Europea. Los otros son Hungría (14%), Finlandia (13%), Dinamarca (12%) y Bélgica (12%).
El porcentaje de bicicletas o patinetas como principal medio de transporte era nulo en Portugal y Chipre. Esta cifra era del 2% en el Reino Unido y del 3% en Francia.
Texto y fotos: Darwin Ail