Encuentra en los masajes las ganas de volver a vivir

Tras perder la vista, Rodolfo del Río Pinelo, de 60 años de edad, encontró las ganas de volver a vivir en los masajes terapéuticos, oficio que aprendió en un curso que ofreció el DIF Estatal y el Club Roratorio Mérida Montejo, que dieron especialistas de Monterrey, Nuevo León en 2011.

Un año después, fundo el colectivo Terapeutas A.C., que agrupan a 18 personas con discapacidad visual, quienes dan masajes siatsu (sobre la silla) por $50.

“Cuando perdí la visión, me negaba a las idea de pedir limos- nas en las calles como sucede con otras personas con discapacidad”, comentó el entrevistado.

Recordó que hace 25 años, cuando laboraba en el Aeropuerto de Mérida como inspector de paquetería, adquirió una bacteria que le quitó toda la visión al año que le detectaron el padecimiento.

“Cuando quedé ciego pensé que todo se acabó, me aislé de mi familia para estar en mi mundo”, abundó del Río Pinelo, quien recuerda que en la cuestión de política laboral falta mucho por hacer.

“Tengo algo de estudios que me permitirían conseguir un juego estable. Me presenté a diferentes ferias de empleo, pude estar en varias entrevistas, pero tan pronto se enteraban que era una persona con discapacidad visual, decían que me llamarían algo que no sucedió, sentí como me cerraban una puerta”, precisó.

Aunque los masajes terapéuticos le permite un ingreso económico, también escuchó comentarios lacerantes de algunos clientes, quienes temen a que les lleguen a lastimar durante la sesión por no ver. “Necesitamos más espacios para trabajar. Estamos en el Parque Zoológico del Centenario, estuvimos un tiempo en el Centro durante Mérida en Domingo, pero tras el cambio de administración hace dos administraciones nos retiraron”, comentó. “Así como hay puertas que se cierran, hay ventanas que abren”, dijo.-Irbin Flores Palomino

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