Con la fe en Dios para que cada domingo vendan todos sus panes y galletas, las monjas del convento “Clarisas Capuchinas” acuden a las puertas de la Catedral del San Ildefonso, de la capital yucateca, para ofrecer a los transeúntes, además de la gastronomía, crucifijos, pulseras, biblias, entre otros artículos religiosos.
La Hermana María Guadalupe, un poco nerviosa, comentó en breve entrevista que todo lo que venden es para el sostenimiento de su convento, “traemos panes y galletas, se venden bien, lo recaudado es para nuestra comunidad”, explicó. Desde las ocho de la mañana acuden a las puertas de la Catedral para instalar dos mesas y poner su venta, en una acomodan la comida y en otra los artículos religiosos. No siempre son las mismas, se turnan para atender los puestos.
En cuanto a la gastronomía, las Hermanas Clarisas Capuchinas producen conchas, galletas, bizcochos y tostadas, lo que más se venden son las galletas y los bizcochos. Este producto lo acomodan en una mesa. En la otra exhiben todas las cosas religiosa, como las biblias, los cuadernillos de oración, las novenas, pulseras, llaveros, crucifijos, medallitas, escapularios, imágenes de santos y vírgenes, todos estos artículos hay en diferentes formas, el precio varía según su tamaño.
Hasta la una de la tarde, la Hermana María Guadalupe recogió lo que le quedó de panes, galletas y los artículos religiosos y se marchó a su convento.
– Elena Martin López