La Regata Scout alcanza el título de nacional

La Gran Regata de Clanes de la Asociación de Scouts de México, A.C. (Asmac), que se realizó en Telchac Puerto, alcanzó por primera vez carácter nacional con la participación de embarcaciones provenientes de Campeche, Quintana Roo y del municipio de Valladolid, Yucatán.

En entrevista, Jonathan Villanueva, integrante del equipo Serpiente Marina, destacó que este debut en una edición nacional representa un paso importante en la consolidación del torneo, que ya suma 32 ediciones.

“Es un plus para todos los que hemos trabajado por mantener viva esta tradición contra viento y marea”, expresó.

Villanueva detalló que este año compitieron 15 embarcaciones, cuya construcción tomó hasta tres meses para los escultistas.

“Es un trabajo en equipo. Algunos son expertos en nudos, otros se encargan de conseguir patrocinios o elaborar las velas”, señaló.

Explicó que las embarcaciones solo pueden construirse con tambores, bambú y una vela fabricada por los propios participantes, lo que eleva el nivel de dificultad y colaboración. Además, al tratarse de una edición nacional, las reglas fueron más estrictas.

Entre las nuevas exigencias se encuentra el uso obligatorio de GPS, cuya falta o falla en la señal conlleva sanciones. También se penaliza la ruptura de velas, el incumplimiento de instrucciones o la llegada fuera del tiempo establecido, como ocurrió con una de las embarcaciones que arribó demasiado tarde.

El equipo Serpiente Marina, patrocinado por Grupo Rofil, integrado por Alan Sansores, Jonathan Villanueva y Zaira Villamil, llegó en tercer lugar en esta jornada, aunque debido a las penalizaciones a otros equipos, podría escalar posiciones.

“Hay que sumar, restar, dividir… todo cuenta. Cada minuto penalizado hace la diferencia”, comentó.

Los resultados finales de la competencia se darán a conocer en las próximas horas.

La jornada incluyó dos regatas que partieron desde Chabihau, con llegada anticipada antes de las 11 de la mañana, gracias a condiciones favorables de viento. La etapa anterior, más exigente, se corrió desde Dzilam de Bravo, ubicado a mayor distancia.

Villanueva subrayó la importancia del respaldo económico para seguir con este evento, que ya es parte de la identidad scout.

“Requiere compromiso, preparación, pero también patrocinadores que crean en este esfuerzo”, señaló.

A pesar del reto físico y técnico, el ambiente fue de fraternidad y entusiasmo entre los participantes. Las porras no cesaron y, aunque algunos veleros no llegaron en los primeros lugares, el ánimo nunca decayó.

Texto y fotos: Darwin Ail