Entrega de reconocimientos Cahad 2025

Joaquín de la Rosa Espadas

Dentro de las actividades de la Semana del Campus de Arquitectura, Hábitat, Arte y Diseño (Cahad), el 18 de septiembre a las 8 de la noche se llevó a cabo, en el claustro del ex convento de La Mejorada, la entrega de reconocimientos por antigüedad al personal académico, administrativo, manual y los jubilados. 

Del mismo modo, se reconoció a los alumnos con los mejores promedios y a los mejores deportistas de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Yucatán. El lema fue: “Reconocer lo mejor de nosotros es reconocernos como la mejor escuela de Arquitectura, Hábitat, Arte y Diseño.”

El maestro en Ciencias y rector de la Universidad, Carlos Estrada Pinto, ofreció el primer discurso, en el que destacó la trascendencia de esta conmemoración. 

Se entregaron, como parte del Mérito Académico Cahad 2025, los reconocimientos al arquitecto Hernán Gómez Amaro y al doctor en Arquitectura Marco Tulio Peraza Guzmán, dos miembros destacados de la institución que han contribuido con múltiples logros académicos y administrativos a lo largo de 45 años de trayectoria.

 A continuación, el rector cedió la palabra al director del campus, el arquitecto David Reynaldo Alcocer González, quien subrayó que ambos profesionales son maestros para muchas generaciones y forman parte de la conciencia de la escuela; la comunidad los tiene en el recuerdo y son pilares fundamentales de este espacio.

En su discurso de entrega, el arquitecto Hernán Gómez Amaro rememoró la historia de la fundación de la escuela de arquitectura, hoy Cahad, destacando a los maestros fundadores y a las figuras que marcaron el inicio: Aercel Espadas Medina, quien fuera el director fundador; Genovevo Arredondo, Manuel Castillo, Guadalupe Durán, Manuel González, entre otros. 

Sus labores y compromiso, en muchos casos como cooperadores que aportaban desde distintas perspectivas, permitieron que la escuela creciera y encontrara su lugar. También enfatizó que se trató de un esfuerzo colectivo de un grupo de 47 estudiantes que creyeron en que las cosas se podían hacer y que lo imposible no existía. 

Con el tiempo, se fue formando una identidad de escuela innovadora, social y comunitaria. 

El grupo se consolidó como una entrañable asociación de arquitectos, con visiones distintas sobre cómo hacer arquitectura. 

En la etapa docente y de investigación, cada miembro aportó desde su especialidad, y la vida académica se convirtió en un proceso compartido. 

Destacó la figura de la física y maestra fundadora Maricarmen Ancona Herrera, esposa de Aercel, quien con sus clases avanzadas de matemáticas proporcionó herramientas sólidas a las primeras generaciones de arquitectos en la entidad. En aquel entonces, en Yucatán no existía una Escuela de Arquitectura, y el reto era precisamente hacerla surgir.

El Dr. Marco Tulio Peraza Guzmán agradeció a las autoridades presentes por honrarlo con un galardón de la institución que lo formó y a la que ha dedicado toda su vida profesional. Aseguró que nunca consideró abandonar esa casa para trabajar en otro lugar ni ejercer una actividad distinta de la docencia, la investigación y sus derivadas, pues allí siempre encontró lo necesario para desarrollarlas. Este reconocimiento lo enorgullece y lo motiva, porque emana de su escuela, de sus colegas, de sus alumnos y de toda la comunidad.

El Dr. Marco Tulio Peraza rememoró brevemente algunos hechos que marcaron su trayectoria: ingresó a la entonces recién creada Escuela de Arquitectura en 1976 y, antes de terminar sus estudios, en 1980, el primer director, Aercel Espadas Medina, lo contrató como profesor y le encomendó la coordinación del área de Diseño, lo que definió su vocación docente. 

En 1987 ingresó a la maestría en Arquitectura, entonces nueva, bajo la dirección de Fernando Medina Casares. Este último amplió su plaza al encomendarle la coordinación del área de Teoría e historia y la edición de Cuadernos de Arquitectura de Yucatán, permitiéndole dedicarse plenamente a sus labores. Paralelamente, apoyó iniciativas de la sociedad civil y colaboró con la prensa local para visibilizar la labor de los arquitectos en la ciudad.