UMÁN.-Las cuentas no cuadran. La Auditoría Superior del Estado de Yucatán (Asey) realizó diversas observaciones a la administración de la actual alcaldesa de Umán, Kenia Walldina Sauri Madariaga, por posibles irregularidades que podrían representar un daño patrimonial superior al millón 252 mil pesos.
Dicha cantidad corresponde únicamente a los primeros 120 días de su gestión, es decir, el 2024, pero, se detectaron 15 observaciones: tres ya fueron solventadas, ocho de manera parcial y cuatro aún sin comprobar.
Además, la Auditoría señala que, durante el ejercicio fiscal 2024, se identificó un posible daño o perjuicio adicional por 3 millones 2 mil 655 pesos, lo que incrementa la preocupación sobre el manejo de los recursos municipales. Kenia Walldina, comenzó su administración en el mes de septiembre del 2024.
Las cifras no mienten, y las observaciones tampoco. La Asey encontró pagos por 155 mil 996 pesos, realizados entre noviembre y diciembre de 2024, bajo los conceptos de “Gasto de orden social y cultural corriente” y “Arrendamiento de mobiliario y equipo de administración, educacional y recreativo corriente”. Sin embargo, no se presentó una sola factura que respalde esos gastos.
Otro hallazgo fue un monto de 957 mil 228 pesos destinado a supuestas “ayudas sociales”, pero sin evidencias, bitácoras ni registros que acrediten que ese dinero llegó a quienes lo necesitaban.
La alcaldesa Kenia Walldina, también deberá explicar el gasto de 102 mil 834 pesos en la compra de materiales de construcción, pues no existen fotografías, facturas, ni bitácoras que comprueben la entrega o el uso de dichos insumos.
Rendir cuentas
Todos estos montos —y algunos más— deberán ser aclarados ante la Asey y ante la ciudadanía umanense, que observa con desconcierto cómo los recursos públicos carecen de respaldo, mientras el Ayuntamiento destina dinero y esfuerzos a mantener a flote un equipo de fútbol, Los Gallos de Umán, que incluso ha provocado conflictos en la unidad deportiva cuando juega como local.
El proceso de auditoría aún no concluye, pero el panorama es claro: la alcaldesa deberá rendir cuentas peso por peso, y de no lograr justificar las irregularidades, podría enfrentar sanciones, reintegros e incluso denuncias ante la Fiscalía General de Justicia, si se determina que hubo un manejo indebido de recursos públicos.
Texto y foto: Alejandro Ruvalcaba




