| El cultivo de miel en el estado ha tenido una caída de más del 70% en los últimos 5 años, pasando de recolectar 25 kilos por colmena a sólo 5 en el último año debido a la depredación de la Naturaleza, en un fenómeno conocido como “Colapso de la abeja”. |
En amplia entrevista, la directora de la asociación Abeja Planet, Nelly Ortiz Vázquez, señaló que la situación de la apicultura en Yucatán es muy triste, porque estos animales “están enjambrando (se rebelan y abandonan la colmena del apicultor) y desapareciendo poco a poco”.
“Es el llamado Colapso de la abeja –subrayó–, un fenómeno que estamos observando a nivel mundial y que repercute en todos los ámbitos, porque las personas que viven de esto ya no tienen una economía accesible como la tenían antaño, cuando la producción era suficiente para tener un ingreso familiar decoroso”, señaló la experta.
Indicó que el desplome de la producción de miel ha sido en niveles catastróficos, ya que en la actualidad sólo se recolecta una quinta parte de lo que se producía hace 5 años.
Menos lluvia y más calor
“En el 2011, 2012, había una producción de entre 20 y 25 kilos de miel por colmena, pero año con año esta cifra ha venido disminuyendo. Cada vez tenemos menos lluvias, hay exceso de calor y realmente la situación es muy preocupante y nos afecta a todos, al productor, a la economía familiar y a la no polinización, que es lo más grave porque de este modo nos quedaremos sin vegetación”, advirtió.
“Según datos de tres empresas en el Oriente del estado, la producción de miel es de máximo 5 kilos por colmena. En Yucatán estamos preocupados porque es un producto tradicional, pero el problema es mundial, se están acabando las abejas”, detalló Ortiz Vázquez.
Ese desplome también repercute en los proveedores de insumos y en la exportación, ya que cada vez hay menos colmenas y por ende menos poder adquisitivo, y los productores no pueden cumplir los compromisos de enviar toneladas al mercado europeo y estadounidense.
“La productividad de las colmenas se ha reducido por la falta de vegetación y eso ha traído desánimo entre los apicultores porque ya no ven atractiva la actividad, pero considero que existimos todavía personas que viven de esto y que estamos preocupadas por atender la situación en la que están las abejas”, señaló.
Treinta años a la baja
La apicultora manifestó que hace 30 años se dio el primer reporte de reducción en la producción de miel en el estado y desde esa época se presenta un decremento gradual en la recolección, y el principal factor es la deforestación que ha sufrido el estado.
Indicó que hace 40 años la producción de cada apicultor era de 50 kilos, pero a partir del 2009 detectaron baja producción y entonces comenzaron a reportar de 30 a 25 kilos por colmena; pero el último estudio, que fue realizado en el 2016, el reporte fue de sólo 5 kilos, el 10% de lo que captaban en la década de los 70.
Ortiz Vázquez mencionó que algunos de los factores para esta caída es el terreno que comenzó a demandar la ganadería intensiva para que sus animales puedan pastar, el uso de pesticidas y la reducción de la flora, indispensable para que se lleve a cabo el proceso de polinización.
Además, no sólo la producción de miel está a la baja, sino que también el número de apiarios ha caído en un 60%, porque al no haber polinización las abejas reinas no crean nuevas colmenas. Por lo tanto, si un productor tenía 20 centros de recolección, ahora sólo tiene 8.
Urge una reforestación
Por su parte el ingeniero agrónomo fitotecnista José Rigoberto Cetz señaló que es urgente la reforestación del estado, porque la depredación de la naturaleza provoca que la abeja tenga que viajar más y utilizar el azúcar que encuentre en su camino, aún si ésta es de los refrescos o de cualquier desecho que encuentre en las ciudades.
“Las abejas se alimentan de lo que hay a su alrededor, sin importar si es natural o no. Por eso las vemos en la ciudad y se posan en las boquillas de los refrescos, porque allí encuentran el azúcar que no logran captar en la naturaleza”, explicó.
Además, agregó que los desplazamientos tan largos que realizan las abejas retrasan la cosecha, porque a pesar de en algunas partes del estado hay mucha vegetación verde, no hay néctar ni polen porque las lluvias no son continuas y entonces todo el ciclo natural se pierde.
Abeja Planet, un esfuerzo para salvar a las colmenas
Nelly Ortiz, impulsora del proyecto, define Abeja Planet como “un parque interactivo que nace de la idea de recuperar un proyecto de vida y los valores de la honestidad, la lealtad y el respeto a la naturaleza y el cuidado del medio ambiente, evitando la contaminación”.
“Creo que la gente actúa inconscientemente porque desconoce el daño que hace al quemar, al tirar basura o consumir tantos productos desechables. Estamos lastimando al medio ambiente y muchas veces no nos damos cuenta, porque las personas creen que sólo talar árboles es malo, cuando en realidad si no tienes un respeto a la Naturaleza desde la casa y fomentas la limpieza y el cuidado del agua, también contribuimos al problema”, dijo.
En Abeja Planet les enseñan a los niños y adultos sobre el proceso de obtención de miel, desde que la abeja sale a buscar el polen hasta la recolección, todo mediante un recorrido en el cual se ofrecen degustaciones de los distintos tipos de miel que hay en el estado.
Efeméride y ritual maya
Además, enseñan como se ve una colmena por dentro, la identificación de los distintos tipos de abejas, desde los zánganos hasta la reina, y también se les enseña a los visitantes la forma en que se colecta la miel.
Cabe resaltar que el día 20 de este mes Ortiz Vázquez organizó una serie de actividades en el marco del Día Mundial de las Abejas, que incluyó un ritual maya para la purificación del medio ambiente y el llamado a la lluvia, recorridos gratuitos, y un almuerzo para los asistentes.
Adelantó que esa actividad seguirá realizándose, ya que es una de las formas de promover el cuidado de esta especie tan importante para el equilibrio de la naturaleza.
Resaltó que fue el año pasado cuando España propuso a la Organización de las Naciones Unidas que se implante el Día Mundial de las Abejas, y varias organizaciones en Yucatán tomaron la decisión de unirse a esa propuesta.
“El año pasado realizamos el primer evento conmemorativo de esta fecha, en el cual reunimos a investigadores y apicultores, dimos capacitación, realizamos donación de árboles para reforestar, entre otras cosas. En ese momento tomamos la decisión de hacerlo de nuevo, porque no podemos ser omisos ante el grave peligro en el cual se encuentran las abejas”.
“Este año y todos los que vienen vamos a celebrar el 20 de mayo como el Día Mundial de las Abejas”, subrayó Nelly Ortiz.- Roberto Ojeda
