La noche del sábado fue testigo de tres accidentes aéreos en Corea del Sur, Canadá y Noruega, dejando un saldo trágico y varios incidentes que fueron resueltos sin víctimas mortales en algunos casos.
En Muan, Corea del Sur, un vuelo de Jeju Air que transportaba 181 personas se estrelló al intentar aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Muan. El Boeing 737-800, procedente de Bangkok, colisionó con aves que dañaron su tren de aterrizaje. El avión tocó tierra sobre su panza antes de impactar contra un muro perimetral. El siniestro dejó 179 muertos, en su mayoría surcoreanos, y sólo dos tripulantes sobrevivieron y están hospitalizados. El presidente en funciones de Corea del Sur, Choi Sang Mok, visitó el lugar y prometió apoyo a las familias afectadas.
Horas antes, en Halifax, Canadá, un avión de PAL Airlines operado por Air Canada sufrió un fallo en el tren de aterrizaje al aterrizar de emergencia. El De Havilland Dash 8-400 derrapó por la pista sin causar heridos, y las autoridades investigan la causa del incidente.
En Noruega, un avión de KLM volaba de Oslo a Ámsterdam cuando escuchó un fuerte ruido en la cabina. Tras ser desviado al aeropuerto de Torp Sandefjord, aterrizó sin mayores complicaciones, aunque terminó fuera de la pista en una zona de hierba. Los 176 pasajeros y seis tripulantes fueron evacuados sin lesiones. KLM está investigando el incidente y ofreció alojamiento a los pasajeros afectados.
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