Alta gastronomía japonesa en Mérida

Desde hace unos días abrió sus puertas por el rumbo de San Ángelo el restaurante de comida japonesa “Kuro Uma”, en donde su propietario, el chef Hiroaki Sato, se esfuerza para complacer el paladar del más exigente comensal, que puede disfrutar lo mismo de un sushi de alta calidad o de especialidades preparadas con base en pescados y mariscos frescos.

Sato, como le llaman sus amistades y clientes, es originario de Saporo, y hace unos años llegó a trabajar a Cancún, y ahora decidió emprender una nueva aventura empresarial y optó por instalarse en Mérida, donde, consideró, existe un alto potencial económico.

“Queremos que el comensal viva una experiencia completa, porque el decorado del local es similar al de una calle japonesa, y en las mesas tenemos desde los tradicionales palillos, hasta servilletas de algodón japonés”, explicó la esposa de Sato, la yucateca Shantal Rivero, quien explicó que en español el nombre del restaurante es Caballo Negro (Kuro=negro y Uma=caballo).

“En pláticas, los amigos de mi esposo siempre le dicen que es un Caballo Negro, porque siempre sale adelante en todo lo que emprende, aún cuando parece que es difícil o muy compleja la situación”, comentó Shantal, cuyas palabras se pueden comprobar con el éxito que tiene este restaurante, en el que es complicado encontrar un espacio desde el momento en el que abre sus puertas a partir de la una de la tarde.

Algo que llama la atención a los comensales es que, además de estar en una mesa, si así lo prefieren pueden instalarse en la barra, donde pueden ver cómo el chef Sato prepara los platillos, mientras explica en español detalles acerca de la variedad de pez o el tipo de carne que emplean, además de algunas otras cuestiones que versan sobre la cultura gastronómica japonesa.
“En Japón, las familias salen a comer a los restaurantes de alta gastronomía en ocasiones muy especiales, y ese es el estilo que hacía falta aquí en Mérida, por eso dije: hay que hacerlo”, manifestó el chef, quien destacó que, además del sake, en Kuro Uma se puede disfrutar de siete variedades de whisky japonés que no es muy común.

El menú incluye 70 platillos con base en cerdo, atún de aleta azul, salmón, callo de hacha, caracol, sin faltar el hamachi o pez de cola amarilla, que desde hace siglos es parte de la gastronomía japonesa y que se caracteriza por tener un ligero sabor ahumado.

Y aunque usted puede pedir niguiri (arroz con la variedad de pescado que el cliente elija), carpacho (corte de pescado), yakimeshi, (arroz salteado), sashimi (corte de pescado más grueso), o los ramen de jaiba azul (fideos), también puede dejarle al chef la elección de platillos que le servirá.

“A esto se le llama Omakase, que es una palabra japonesa que significa ´confiar´ o ´ponerse en las manos del chef´, para servir lo mejor del día, con el pescado que llega hoy, o que sea fresco, en el caso del atún, tres días después no sirve”, explicó Sato, quien detalló que de esta manera puede ofrecer hasta 10 tiempos, además del postre que puede ser un granizado de lichi, que a la gente de Mérida le encanta por el calor, o helado de macha, que es té verde en polvo. “Es amargo, pero sirve para hacer pastel y helado”, explicó el chef.

Kuro Uma, abre de una de la tarde a 11 de la noche y se encuentra en la planta baja del edificio Buján a un costado de San Ángelo, en el norte de la ciudad.

Texto y fotos: Manuel Pool Moguel

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