AMLO y sus promesas a Yucatán

Por Roberto Ojeda

Andrés Manuel López Obrador cumplió un año de haber ganado la elección y en esta columna quise hacer un recuento de sus promesas a Yucatán en cada una de sus visitas y analizar si se han cumplido, están cerca de llevarse al cabo o si de plano suena más a cuento que a una realidad palpable.

Después su victoria, la primera vez que AMLO visitó al estado fue el 12 de octubre de 2018, y allá prometió sus ya conocidos programas de Jóvenes Construyendo el Futuro, las becas Benito Juárez, el programa Sembrando Vidas y Tandas de Bienestar.

En todos estos casos ya comenzaron su aplicación en el estado y salvo algunas quejas de personas que afirman que no les han depositado nada, parece que va caminando. Es su principal promesa de campaña, así que no puede ser de otro modo.

Su segunda visita al estado fue el 14 de diciembre del año pasado, durante la cual presentó su Plan Nacional de Salud, en el que afirmó que en los estados del sureste del país (incluido Yucatán, claro está) se entregaría un fondo adicional de 22 mil 500 millones de pesos.

En este punto ya sabemos que ha ocurrido. No sólo no se ha incrementado los recursos, sino que incluso renunció el exdirector general del IMSS Germán Martínez Cázares, porque los recursos eran cada vez menores.

En Yucatán incluso se han ido abandonando algunas unidades médicas como la de la comisaría de Caucel, a la cual sólo le queda un guardia y nada de enfermeras o doctores, por lo que allá no hay avance, sino un retroceso.

El 12 de abril AMLO nos visitó por segunda vez en el año y afirmó que rescataría el hospital de Ticul. De esto todavía no hemos visto ni sus luces, y tampoco es una cosa tan sencilla, ya que se trata de una obra que está en litigio, por lo que acá tampoco se ve cerca el cumplimiento de esta promesa.

Allá mismo habló de invertir recursos en Progreso para mejorar el aspecto del puerto. Bueno, en este caso hay que diferenciar una cosa: el Gobierno Federal se ha comprometido a invertir 100 mil millones de pesos en tres puertos, y Progreso es uno de ellos. Parece que esto así será, aunque todavía no sabemos cuándo.

En el caso del lavado de cara del municipio, es una intención clara del Gobierno del Estado e incluso está incluido en el presupuesto de la Secretaría de Fomento Turístico, por lo que, al parecer, sin importar lo que haga la federación, la inversión se llevará al cabo.

Por último, tenemos la visita del pasado 22 de junio, que incluyó dos promesas: el gas natural para el 15 de julio y una planta termoeléctrica para evitar más apagones. Bueno, el gas natural parece que sí llegará y que es inminente, pero les firmo que no será el 15 de julio, pero parece un hecho y el sector empresarial ha hecho un gran cabildeo para que esto ocurra.

En el caso de la termoeléctrica, su propio subsecretario de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía del gobierno Federal, Miguel Ángel Maciel Torres, nos dio a entender que esto no es un hecho, y con la llegada de gas natural a lo mejor sea innecesario.

Por último, el tren maya. De este nada que decir que no se haya dicho, creo que se realizará, a pesar de que el mundo le diga que no se puede o que no será benéfico para el país.

 

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