Asesinato genera movilización del gremio agricultor

Productores despiden a su líder, asesinado el pasado lunes,  y anuncian posibles bloqueos para exigir justicia en Michoacán

Entre lágrimas, aplausos y mensajes de despedida, ayer fue sepultado Bernardo Bravo Manríquez, líder de los productores de limón en Michoacán, asesinado días atrás en un ataque que conmocionó a la región de Tierra Caliente. 

El funeral se realizó en las instalaciones de la funeraria Gayosso, en la capital del estado, y posteriormente en un mausoleo privado, donde familiares, amigos, empresarios y representantes políticos lo despidieron con emotivos mensajes.

La ceremonia fue íntima pero concurrida. Productores de diversas zonas del estado llegaron hasta Morelia para acompañar a la familia de Bravo Manríquez. En medio del dolor, su esposa tomó la palabra para agradecer las muestras de solidaridad y apoyo recibidas.

 “Hoy se va un gran hombre, un padre que será extrañado por sus hijos y por todos los que lo quisimos”, expresó visiblemente conmovida. 

Acciones  

 Pese al luto, el clima social en Apatzingán sigue siendo tenso. La muerte del dirigente limonero no ha frenado las inconformidades del sector, que ha anunciado nuevas movilizaciones y posibles bloqueos en distintas zonas del municipio. Productores advirtieron que no permanecerán callados ante la violencia y la falta de seguridad en el campo michoacano. 

A la par, varias escuelas de Apatzingán suspendieron clases y su participación en el desfile cívico con motivo del 211 aniversario de la promulgación del decreto de la primera Constitución para la América Mexicana, también conocida como la Constitución de Apatzingán, que se conmemora hoy 22 de octubre. Autoridades locales señalaron que las cancelaciones obedecen tanto al clima de tensión como a medidas preventivas por posibles manifestaciones.

La llamada “fiesta grande de Apatzingán” se desarrollará este año bajo el signo del duelo y la preocupación. Mientras el municipio se alista para recordar un episodio clave en la historia del país, el asesinato de Bravo Manríquez —considerado uno de los principales impulsores del sector limonero— ha dejado una herida profunda en la comunidad agrícola y ha encendido alertas sobre la violencia en la región.

Con la promesa de continuar su legado, los productores han reiterado que mantendrán su exigencia de justicia y que rendirán homenaje al líder caído con trabajo, unidad y acciones que honren su compromiso por mejorar las condiciones del campo michoacano.

La presidenta municipal de Apatzingán, Fanny Lyssette Arreola, expresó su tristeza e impacto por el asesinato del líder limonero Bernardo Bravo Manríquez. Sin embargo, en vísperas de la conmemoración de la Constitución de 1814, la alcaldesa destacó que la comunidad está llamada a honrar la memoria de los productores de limón y a mantener la frente en alto.

“No podemos permitir que el dolor apague el espíritu de unidad y celebración que nos caracteriza”, afirmó, al tiempo que hizo un llamado a la paz y a la reconciliación en medio de la violencia que golpea a la región.

Texto y foto: Agencias