Así como la “Heladez”, el miedo
Hoy es un día maravilloso y me siento afortunado. Gracias por estar aquí y ahora leyendo esto que tengo para compartir que te podrá ser de provecho en tu vida, así como es en la mía.
Aprovechando estos días de bajas temperatura es natural que utilicemos una palabra en particular de nuestros modismos yucatecos que se refiere a cómo interpretamos el clima. Y es la “heladez”. Ahora, quisiera tomar este modismo para reflexionar sobre lo que nos sucede cuando nos enfrentamos a nuestros miedos, así como cuando sentimos la “heladez”.
Resulta que la “heladez” es sentir un frío más allá de lo que podemos protegernos. Aunque pareciera que la temperatura oficial no fuera la correcta y que sintiéramos que estamos en el polo norte, desde luego muy criticado por quienes vienes de otras latitudes y altitudes…. Hasta que radican aquí y entienden de lo que los yucatecos hablamos.
Pero ¿qué tiene que ver esto con nuestros miedos? En realidad, nada. Sin embrago, cuando sientes la “heladez” tal vez, sientas que no estas protegido lo suficiente. Además, probablemente no tendrás ganas de ir a ningún lado, querrás estar acostado dentro de tu cama tapado lo suficiente que solo te dé oportunidad de respirar, y a veces ni eso te preocupa. La “heladez” hace que puedas sentir inclusive dolor en articulaciones. No querrás moverte o salir de donde estás, pues estás muy cómodo. Si estás en la noche al aire libre con tanto frío calando “hasta los huesos”, inclusive no puedas ni pensar en divertirte o pasártela bien, sólo estarás pensando en estar bajo el peso de una o varias cobijas que te den calor. No pretendes hacer nada más pues hasta tus ideas se te congelan.
El miedo es igual. Cuando tienes miedo sucede exactamente lo mismo que cuando sientes la “heladez” en Yucatán. El miedo te hace quieras estar sin ganas de salir. El miedo te frena, te opaca. El miedo impide que puedas generar nuevas ideas. Que tengas ganas de hacer algo diferente, algo novedoso, algo creativo. Con miedo sólo quieres estar tapado sin que te vean y que no desees ser visto. El miedo a la larga genera enfermedades físicas en el cuerpo. Cuando prolongas tus miedos, pues tal vez no los ves de manera consciente sino que están en tu inconsciente, que estos saldrán manifestados en enfermedades, la cuales pueden ser físicas y/o mentales. El miedo paraliza. El miedo duele. El miedo “congela” tu ser creativo y creador. El miedo es lo que te frena a lograr tus sueños en la vida, frena tu inspiración. El miedo también puede calar hasta los huesos, te paraliza.
El miedo, así como con la “heladez”, se puede eliminar tomando acción. Moviéndote para generar calor. Moviéndote para salir de donde te escondes. El miedo se requiere enfrentar. El miedo es desconocer a lo que le tienes miedo. Para eliminar el miedo hay que conocer eso a lo que le temes. Para lograrlo debes de tomar acción, es dar el paso que te lleve a conocer lo que desconoces. El miedo crea monstruos que sólo están en tu cabeza, en realidad no existen, pero como no los conoces creas el miedo. Entonces sal, da el paso y enfréntalos, ponte cara a cara y aprende de ellos. Al conocer que tus miedos no son nada más que una idea tuya que habita sólo en tu cabeza, entonces conocerás la realidad y te darás cuenta que no existen. Eso sólo pasará si sales de donde estás, te quitas las cobijas que te protegen, te mueves para generar tu calor, tu fuerza y valentía. Sólo que la decisión es tuya, de nadie más.
Tú tienes el poder de controlar tu vida… ¡Úsalo!
Luis E. Roche
Coach