Hoy cumple 65 años de existencia el mercado de fierros, y lamentablemente, su estado de conservación deja mucho que desear, pues de los 50 locales con los que cuenta, la mayoría permanecen cerrados y son utilizados como bodegas de vendedores de frutas y otros productos.
Como es una costumbre, el ingeniero René Flores Ayora ha dispuesto no dejar pasar la ocasión y ha preparado un pequeño convivio en el que tal y como ocurrió el día de la inauguración, en el año de 1960, ofrecerá después del mediodía kibis y una refrescante horchata a los asistentes. “Solo quedamos cinco hijos de los fundadores de este bazar, y solo se mantienen trabajando tres, en el área de ferretería y hojalatería”, explicó en breve entrevista en la que recordó que en su momento, en este lugar trabajaron como plomeros destacados boxeadores como el “Chamaco Cetina”, Rufino Gallegos y Freddy “El Chato” Castillo. En esta lista también debe incluirse a Rubén “Baby” Flores, quien fue fundador y padre del entrevistado.
Lamentablemente con el paso del tiempo y la llegada de las grandes ferreterías los pequeños comerciantes de este ramo se vieron obligados a cerrar, y muchos de los que se dedicaban a oficios relacionados con el rubro ya fallecieron, por lo que se dio el caso de que comenzaron a rentarse los locales para giros totalmente diferentes a los pensados de manera original.
Este fue el caso de los ubicados en el acceso principal que desde hace muchos años se han rentado a personas que venden tacos y que han utilizado el estacionamiento para instalar mesas, perdiéndose la vocación de este bazar, e impidiendo que clientes con vehículos puedan acudir a solicitar algún trabajo a los locales que aún laboran.
Ahora los descendientes de los fundadores se organizan para pedir a la autoridad competente su intervención a fin de rehabilitar las instalaciones de este icónico bazar, con la esperanza de que en un futuro no muy lejano vuelva a tener la vitalidad de la que gozó hace años.
Para lograr esto, dijo, es necesario que la autoridad municipal intervenga en temas como el uso de suelo y la limpieza del estacionamiento.
En el marco de este aniversario número 65, el historiador Manuel Zavala recordó que antes de la existencia de este Bazar de Fierros, los oferentes se ubicaban en el parque Eulogio Rosado, por lo que con el afán de devolver a Mérida su antiguo prestigio de ciudad blanca y limpia, el entonces presidente municipal, Torres Mesías, promovió la construcción que se logró con la colaboración de los socios pertenecientes a la Unión de Baratilleros Andrés Ortega.
La obra, por iniciativa del Ayuntamiento de Mérida, fue encomendada a la Compañía Constructora “Ingenieros Contratistas Unidos”, siguiendo un proyecto de los ingenieros Eloy Cáceres Cáceres y Luis Fernández López, gerente y administrador general, respectivamente.
Texto y foto: Manuel Pool




