Como parte de los festejos del 50 aniversario de la fundación del equipo de fútbol americano Búfalos de Mérida, ayer por la tarde se realizó en el Campo de la Inalámbrica una ceremonia en la que fueron entronizados al Salón de la Fama siete jugadores al igual que siete entrenadores, quienes recibieron su respectivo reconocimiento de manos de Juan Castillejos, presidente en México del recinto de los inmortales.
Al finalizar la ceremonia, el equipo de Peninsular Punto Medio platicó con los fundadores de este equipo, que fue semillero de jugadores y que sigue siendo inspiración para las nuevas generaciones, y para abrir la charla, el señor Manuel Esquilano Tenrreiro recordó que esta historia comenzó antes de la integración formal del equipo. “Éramos un grupo de jovencitos de la colonia Alemán que jugábamos en la calle o en la escuela tirando el ovoide, que por su atención poco a poco fue interesando a los compañeros”, comentó el entrevistado, quien destacó que estaba familiarizado con el juego por haber vivido en los Estados Unidos.
Otros de los jovencitos que iniciaron esta aventura hace medio siglo vivían en la colonia Itzimná y todos estudiaban en el Colegio Montejo, nos recuerda Enrique Chávez, quien comentó que en el primer año prácticamente los entrenamientos los realizaban entre ellos mismos.
“Al poco tiempo hicimos contacto con equipos de Cancún y Campeche, y después con un equipo que venía de Chiapas y más adelante fuimos tantos jugadores que tuvimos que dividirnos para formar a los primeros Búfalos, a los Patriarcas, y los más jóvenes heredaron el mote”, indicó.
Por su parte, el arquitecto Elías Cisneros Ávila, que portaba el número 22 en este mítico equipo, y quien es parte de este grupo de nuevos inquilinos del Salón de la Fama, recordó que en algunas ocasiones jugaban en el Estadio Salvador Alvarado que se les prestaba con muchas dificultades, así como en otros campos de fútbol como el mismísimo Iturralde, mientras que muchas veces entrenaron en espacios que estaban destinados para áreas verdes, pero que no se habían entregado, por lo que en la noche previa todos cooperaban para limpiarlo, iluminando con lámparas de baterías.
Otro de los aspectos a destacar es que en los primeros años, los Búfalos jugaban sin la utilería necesaria para protección, los cuales en su momento se consiguieron a través de los equipos de Cancún, lugar donde en las escuelas ya se acostumbraba practicar el fútbol americano, y una vez provistos de estos equipos fue entonces que se formalizaron los encuentros y las visitas. Para entonces ya eran preparatorianos.
El arquitecto Cisneros Ávila también destacó el importante apoyo que recibieron por parte del entonces cónsul de Estados Unidos en Mérida, Bryant Salter, quien durante seis temporadas fue jugador de fútbol americano en la NFL. “El giró cartas a las universidades de su país para solicitar que le enviaran la utilería que ya no estuvieran ocupando, y así contribuyó a que se formaran otros equipos en Mérida como Cardenales, Tigres y Lobos que se sumaron a los Búfalos”, detalló.
A cinco décadas de distancia, es motivo de orgullo para estos fundadores del emparillado en Mérida que en la actualidad existan a nivel local muchas categorías, incluso, femeniles, como el equipo de las Leonas de Yucatán que ayer, en el marco del homenaje a los Búfalos, al finalizar el acto protocolario, sostuvo un encuentro amistoso con una selección de la liga Lofax de la Ciudad de México que llegó acompañada de su presidente Alan Casas Balvin.
Finalmente, el arquitecto Cisneros Ávila comentó que el paso siguiente en estos festejos de aniversario será organizar un desayuno conmemorativo al que estarán acompañados de sus familias y en el que se espera contar con la asistencia de funcionarios del ámbito deportivo, con la intención de organizar un campeonato que lleve el nombre Búfalos, por el que han pasado destacados deportistas, cuyo nombre estará asociado a la premiación de los mejores jugadores en su posición en la actualidad.
Datos a destacar
– Elías Cisneros Ávila, quien portaba el número 22 en este mítico equipo, y quien es parte de este grupo de nuevos inquilinos del salón de la fama, recordó que en algunas ocasiones jugaban en el Estadio Salvador Alvarado que se les prestaba con muchas dificultades, así como en otros campos de fútbol como el mismo Carlos Iturralde.
– El entonces cónsul de Estados Unidos en Mérida Bryant Salter, ayudó a equipar el deporte, ya que él giró cartas a las universidades de su país para solicitar que le enviaran la utilería que ya no estuvieran ocupando, y así contribuyó a que se formaran otros equipos en Mérida.
– Cisneros Ávila comentó que el paso siguiente en estos festejos de aniversario será organizar un desayuno conmemorativo al que estarán acompañados de sus familias.
Texto y fotos: Manuel Pool




