Todo cambia, incluso las ciudades

 

Mérida también experimenta modificaciones y una de ellas nos afecta en el Paseo de Montejo, señala la directora del Museo Palacio Cantón. Propone abrir un debate sobre el futuro de esa vía.

 

Las migraciones, que son naturales en este tiempo, han hecho que Santa Ana pierda gran parte de su espíritu de barrio, y lo mismo ha pasado con el Paseo de Montejo, que va perdiendo su identidad residencial y hoy es comercial, según opina Giovana Jaspersen, directora del Museo Palacio Cantón, quien en amena charla acepta hablar en torno a preguntas como: ¿qué queremos los ciudadanos para nuestro Paseo de Montejo en el siglo XXI? ¿Qué esperamos los ciudadanos de nuestra ciudad?

En nuestra edición del domingo 9 de este mes informamos, como título principal de la portada y nota que desplegamos en las páginas 16 y 17, que el Paseo de Montejo, que en su momento fue el orgullo de Mérida, va perdiendo su esplendor y hoy se ha convertido en una vía de arquitectura y fachadas desiguales, con abusos en aras del interés comercial. Por ello, se apuntó, parece evidente que hace falta un proyecto de rescate y adecuación de esa icónica vía.

A fin de dar seguimiento al tema se entrevistó ahora a la directora del Museo Palacio Cantón, quien es especialista de Patrimonio Histórico, jalisciense de nacimiento, pero ya yucateca por adopción.

“Todo está cambiando –expresa la entrevistada–, es un proceso. Las ciudades cambian, nosotros también estamos cambiando, nuestro Paseo de Montejo se está transformado. A partir de los años 60 el barrio de Santa Ana perdió a muchos de sus habitantes, hoy quedan muy pocos; sin embargo, aunque ya no vivan en la zona siguen siendo santaneros y se apropian de su barrio”.

“En pleno siglo XXI, Mérida también experimenta cambios sustanciales, y uno de ellos nos afecta en el Paseo de Montejo. Tiene que ver con los nuevos modos, cambios y formas en los que se transforma nuestra ciudad, pero mucho más con lo que sucede en nuestro entorno”.

 

Que se abra el debate

–Nuestro Paseo de Montejo se torna más comercial, está claro que quedan muy pocos habitantes originarios en esta suntuosa avenida y los habitantes nos preguntamos: ¿qué sucederá con nuestra avenida, con nuestro sitio, con nuestros monumentos? La respuesta debe de ser constructiva –advierte.

–La respuesta está también en nosotros –agrega–, porque éste es un proceso de construcción y también de definición, en la segunda década del siglo XXI, advirtiendo todos los cambios que ahora vive el Paseo de Montejo, es obligación de todos los ciudadanos opinar. “Construir una propuesta significa –añade– que ciudadanos y autoridades tomen la determinación de iniciar un debate, donde se incluya a todos los habitantes de Mérida y definir qué queremos para nuestra avenida principal para el 2050”.

“De qué manera y cómo podremos hacer los cambios para que nuestra avenida más hermosa siga siéndolo y que sus edificios, sus áreas verdes, sus estructuras y monumentos vean una nueva etapa para continuar siendo lo mejor que tiene nuestra ciudad y la admiración de los visitantes”, manifiesta Jaspersen.

–Puedo decirte que hacemos ese ejercicio siempre desde el Museo Palacio Cantón, porque tenemos que recurrir a las condiciones de igualdad, equilibrio y equidad para poder dar cabida a todas las personas que visitan este museo.

 

Respuesta a todos

La funcionaria subrayó que no siempre es posible que todos queden contentos o conformes, pues “los académicos nos piden una cosa, los visitantes del sur de la ciudad nos piden otras, los funcionarios del INAH piden otras, nuestros mayahablantes otras más, los turistas nacionales e internaciones dan sus puntos de vista y tenemos que crear una mecánica que incluya a todos y dé respuesta a todos”.

–Esa misma condición debemos aplicar para entender cómo mejorar o proponernos mejorar nuestra ciudad, nuestro entorno, nuestra avenida más representativa. Está claro que necesitan participar los ciudadanos y llegar a acuerdos, está claro que las autoridades deben de ser participativas y proactivas para escuchar a los ciudadanos, entonces hay que proponer un foro abierto para todos.

–¿Queremos un Paseo de Montejo más turístico? ¿Queremos nuestra ciudad más comunitaria o menos incluyente? Definitivamente el Paseo de Montejo es una parte vital de la economía de la ciudad, tiene 15 sucursales bancarias, 10 hoteles, decenas de comercios, pero, ¿esto es lo que queremos? –pregunta nuevamente.

Giovana Jaspersen puntualiza que las condiciones no pueden darse desde un solo punto, pues “son muchas las cuestiones, porque si para algunos este cambio resulta importante, para otros más tradicionalistas no lo es tanto. Entonces tenemos que construir una propuesta donde se incluyan todos, donde todos sientan que su opinión es tomada en cuenta.

 

¿Cerrar tramos?

Explicó que en la actualidad las muchas actividades que tiene el Paseo de Montejo permiten establecer que tiene una vida diferente, la Bicirruta, las caminatas de turistas, los eventos nocturnos como Filux son motivadores, porque la ciudadanía se apropia de sus calles, de sus parques, de sus áreas verdes y se prodiga en aspectos para acompañarse en estos puntos que deben ser siempre ciudadanos”.

–¿Queremos que el Paseo de Montejo tenga calles cerradas con cafés, sitios artísticos, culturales? Ésa sería una opción, como ha pasado en otras tantas ciudades como Puebla, Querétaro, en la propia capital del país, los ciudadanos han exigido esos espacios y hoy les pertenecen, acuden a ellos, caminan y se apropian de ellos y eso permite vida, movimiento y mucha más vitalidad de un sitio.

–Entonces la respuesta es también de los ciudadanos, y debe darse una respuesta abierta para que los ciudadanos acudan y participen y así se incluyan las propuestas más amplias y todos vivamos la ciudad que queremos, y desde luego, el Paseo de Montejo que queremos.

La profesional dice que todo debe quedar convenido entre las partes, pero siempre estableciendo que hay reglas que cumplir, porque hay reglas para la atención del patrimonio histórico, para la preservación de nuestra identidad y nuestros valores, porque hay leyes que permiten que nuestro pasado no se pierda, y desde el pasado histórico construir la propuesta que queremos.

 

Palacio Cantón, un referente

Jaspersen señala que “en el Museo Palacio Cantón tenemos que tomar en cuenta lo que puede pasar en Paseo de Montejo, porque somos un referente, porque los santaneros tienen una imagen de su Palacio Cantón y debemos preservar esa identidad para que siga siendo de los ciudadanos. Todos los meridanos saben, conocen y tienen un espacio en el museo y de esa manera seguimos haciendo eventos y actividades para que puedan acceder siempre a este sitio cultural.

–De la misma manera, mi opinión es que plantearse una intervención, un proyecto de recuperación del Paseo de Montejo debe pasar por una apertura de ciudadanos y autoridades para encontrar respuestas claras, tareas y estrategias para su conservación. Normalmente las autoridades están muy lejos de los ciudadanos, pero es preciso que en esta ocasión las cosas sean distintas.

La funcionaria subraya que afianzar una idea abierta “permitirá que nuestra avenida se mantenga y los meridanos del siglo XXI, los jóvenes y desde luego la siguiente generación, mantengan viva la idea de su presencia, en sus casas, construcciones, en sus edificios y monumentos, porque Mérida no podría ser lo que es sin su Paseo de Montejo como lo conocemos y queremos”.

–Somos parte de la propuesta y debemos ser parte de la solución o de las posibles soluciones. No hay otra manera de entenderlo y debe ser parte de cada una de las tareas que construye la ciudad. Si no participamos, entonces no podremos reclamar; de ahí que una propuesta popular es la que permanece y refleja lo mejor de los ciudadanos –concluye Giovana Jaspersen.

 

José Cortazar Navarrete

 

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.