Carta a mi padre

Por: Tomás Ceballos Millet

 

¿Qué pasa, viejo? Perdón por no haberte escrito antes, hemos estado un poco ocupados con toda la chamba que nos dejaste.

Pero hoy, hace 6 meses que te nos adelantaste en el camino obligado. Cuéntame, ¿cómo va todo por allá? Me imagino la bienvenida perfectamente.

Tus padres juntos de nuevo, esperándote con los brazos abiertos, seguramente pasaste horas con abuelito contándole el triste destino del henequén, y los innumerables chismes de Mocochá. Cuéntale, cuéntale que Catalino, su cortador estrella, salió del retiro y ahora trabaja para su nieto, al cual ahora, llama compadre, un apodo heredado por tres generaciones.  ¿Y Monina? ¿Como esta? Cuéntale, cuéntale de sus bisnietos, que ya son todos unos señores y señoritas. Y mándale un abrazo de nuestra parte, desde aquí los vamos a extrañar unos cuantos años mas.

A ti, a ti te extrañamos mas que a nadie. Cada día que pasa pensamos en ti, no lo dudes.  Pero bueno Cuéntame mas de la bienvenida.  Me imagino a tus viejos de plaza fiesta, esperándote en una mesa rectangular con sillas incomodas,  sentados horas platicando de todo y de nada, acompañados de café y dominó.

¿Y los fiesteros? Casi puedo verlos, tío Pipo, tío Enrique y tío Papo, esperándote desde ahí con una cuba en la mano y una sonrisa en el rostro. Risas y bromas inagotables; seguro los vas disfrutar mucho. Un Bacardi con coca viejo,  chingue su madre, uno no hace daño.

Cuéntame. ¿qué tal se come por allá? Te consienten con tus tortillas a mano, tu carne negra y tus carnitas con oreja, buche, panza y todas esas cosas babosas que nunca lograste hacer que me gusten? Si aquí se come bien, no me imagino como se comerá por allá. seguro es de las cosas que mas estas disfrutando, conociéndote. ¿Y que tal un refresco de pitahaya? La Jarochita extraña tus surtidos de fruta. Buen cliente que eras para ellos.

¿Qué?  ¿Quieres que te cuente? Bueno por aquí las cosas siguen su rumbo, esforzándonos de cubrir enormes los espacios que dejaste, tratando de aprender de ti, de tu recuerdo y de tus experiencias.

Yo se, yo se. Quieres saber de mamá. Ya la conoces, tu sabes que es una de las mujeres mas fuertes que existen, a pesar de su corazón gigante, muestra una fortaleza que nos mantiene de pie a todos. Te extraña, claro, como no tienes una idea. Pero se levanta todos los días y sigue su vida, como estoy seguro de que quieres. Te llora, pero viejo, tu recuerdo es tan fuerte que reconforta, aunque parezca imposible. Nosotros tratamos de cuidarla, de acompañarla, y sus hermanos y tus hermanas nos ayudan muchísimo, siempre esta ocupada y no suelta el teléfono, parece que le quiere hacer competencia a Arturo y su colección de celulares.

¿Mococha? Mococha sigue creciendo, como me gustaría que los vieras ahora en época de lluvias!!  Plantas verdes y albarradas blancas. El campo que tanto quisiste. El pueblo que nos dio de comer.  Tanto cariño me inculcaste a esa tierra arida y chilibosa que sigo yendo los martes y los viernes. Siguiendo con tu tradición. Mambo, el sabio y Catalino ya son casi parte de mi familia. ¡Tantas cosas que me faltaron por aprender!

No sabes como batallé al principio con el Argot henequenero, miles de sogas, mecates en vez de metros, trincas, hijos, y varejones.

Arturo y yo nos tomamos la libertad de meterle un poco de color a la casa del abuelo. Dile que espero que le guste. Arreglé un poco ese santo desmadre de muebles y basura que tenias en la casa, pásate a dar una vuelta, seguro te va a gustar.

Los domingos se siguen celebrando en familia, como nos enseñaste. Nunca va a ser lo mismo sin ti, la comida no es igual, y la cabecera vacía nos recuerda que tanto nos haces falta; tus palabras consejos y hasta las cagotizas. Espero que por ahí no te la pases regañando gente a diestra y siniestra, tienes tortillas a mano, no jodas, no se puede tener todo en la vida. Pero viejo, la familia sigue junta, los Ceballos volvimos a ser una sola familia gracias a ti. Y a mi eso no se me va a olvidar.

¿Te cuento de tus hijos?  Bueno, Arturo como siempre esta pensando en algún negocio que le apasione, probablemente empecemos un nuevo proyecto con la casa de mocochá.  Ya te iré contando. En resumidas cuentas Aranza ya tiene novio, y Artur ya paso los 1.75.

Tessy esta feliz en su trabajo, del tingo al tango como le gusta, y estrenando camionetón, estarías feliz por ella. Camila parece heredar el talento de mamá por los postres, y juanqui tiene el pelo tan largo que si lo vieras ya lo estarías cagoteando.

Gina se salió de la modelo, ahora esta trabajando con Tessy, con muchas mas y mejores prestaciones, ya la conoces, cada vez que hablamos de ti se le llenan los ojos de lagrimas. Tu chiva loca te sigue extrañando, y Raulito ya no tiene con quien rifarse a la hora de la comida, así que come medio obligado, ojala no quede muy “sutz”

Y yo? Ya sabes, yo sigo dejando las puertas abiertas, la ropa tirada y las luces prendidas… pero también sigo yendo a Mocochá a cuidar lo que dejaste, aprendiendo cada día mas del campo y apoyando a mamá en lo que puedo.

Creo que ya me explayé bastante por hoy, pero bueno, el gusto por las palabras lo heredé de ti, así que te jodes y me escuchas.

Yo, mientas tanto, te sigo escuchando, en cada palabra de un padre a un hijo, en cada consejo que me diste, en cada pregunta que me gustaría hacerte, y en cada gota de lluvia, por que la lluvia viejo, siempre serás tu, y tu, siempre serás la lluvia.

 

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