El párroco de San Servacio, Baltazar Cervera, les dijo a los padres de familia que asistieron a una reunión que él convocó que el centro pastoral del fraccionamiento Flor Campestre se cerraba, y que se irían a una construcción en obra negra en el mismo fraccionamiento, donde por cierto alguien colocó una cruz de cabeza.
Actualmente 150 niños acuden al centro comunitario de ese fraccionamiento, la alcaldesa Alpha Tavera les otorgó un espacio digno a estos niños, con todas las comodidades, seguridad e higiene, pero el párroco Baltazar Cervera les gritó a los papás que el que no obedezca se vaya al templo, refiriéndose que se fueran de la Iglesia Católica a una evangelista.
La construcción a la que se pasarían los niños está en obra negra, sin baños, sin bancas, sin seguridad, sin higiene.
Feligreses entrevistados informaron que el matrimonio formado por Miguel Mateo Cayetano y Clara Bacab, quienes son los coordinadores del centro parroquial San Servacio, ya tienen dos años en el puesto y desde que ellos llegaron los problemas comenzaron a suscitarse.
Hasta la fecha esa pareja no ha presentado un informe de los recursos que se reciben en esa coordinación y se sabe que hay malos manejos. El comité anterior entregó 42 mil pesos, y el que está actualmente no ha hecho ni una junta donde haga cuentas ante la comunidad católica.
Mateo Cayetano y su esposa Clara antes eran evangelistas, pero en esa iglesia tuvieron problemas por su comportamiento, y se fueron e ingresaron a la católica, donde crearon problemas para que los nombraran coordinadores parroquiales.
Los comités duran tres años en el puesto, esta pareja lleva dos, y todo aquel centro parroquial que les pide cuentas, le buscan problemas con los párrocos.
