Censuran la apatía de la administración del Club

Tuvieron que pasar dos días para que los administradores del Country Club se abocaran a investigar con seriedad el reporte de una inquilina del sitio, quien dos noches atrás reportó un pleito “como nunca antes había visto” enfrente de su casa, de acuerdo con un audio que hizo circular por las redes sociales una testigo ocular de los hechos.

En el audio, de 5 minutos con 10 segundos de duración, una mujer que se cita a sí misma como “Licenciada”, relata que una empleada suya a la que identifica como Paty fue la primera que le informó que había un pleito afuera de la casa. Como la puerta de su cocina estaba abierta, las mujeres subieron al segundo piso a manera de precaución y desde ahí observaron el enfrentamiento muy violento al parecer entre dos hombres.

La señora subraya la falta de sensibilidad de la administración del club, que no es la que corresponde tomando en cuenta lo costosas que son las propiedades en el lugar y las elevadas cuotas por concepto de mantenimiento que se cobran, además.

“Con mucha pena les comparto esta historia que sucedió hace dos días”, dice la licenciada en el audio, y apunta que eran alrededor de las 7:30 de la noche cuando Paty le informó que estaba sucediendo una situación muy violenta debajo “del arbolito que está frente a la piscina de mi casa”.

Desde la ventana del cuarto de su hijo escucharon los gritos del enfrentamiento, y “veíamos las siluetas, veíamos lo que estaba pasando. Me cansé de llamar a la Administración, a la parte de Residencia, ya estaba yo llamando a la Policía cuando aparecieron dos personas de seguridad, uno riéndose; “habrá algo que festejar señor”, le dijo a éste. “Ay no, disculpe usted”, contestó el guardia.

La licenciada insistió en que había un cuerpo humano en el lago, pero los guardias salieron y regresaron “en dos minutos” negando que hubiera algo.

–No señora no hay nada –dijo uno de los guardias al regresar.

–Hay algo en el lago, señor, se lo estoy diciendo.

–No, no hay nada –insistió el empleado de seguridad.

La señora subrayó en su grabación que escuchó “los golpes, los fajazos que se escuchaban, los gritos, era una cosa verdaderamente impresionante que yo nunca había sido testigo de una cosa así”.

–Eso fue hace dos noches. De repente hoy aparece el cuerpo –apunta.

–Yo no puedo pensar que en un lugar de este tipo se estén escondiendo situaciones tan graves hasta terminar en una que es un asesinato, poniendo en riesgo la vida de los residentes y a nadie le importa. Si esto es seguridad pues mejor nos vamos a vivir a la Luna –expresa la licenciada.

–Hay muchos eventos que se han estado dando desde que se empezó a poblar el Country Club que no se están difundiendo –asevera.

–Creo que un lugar de este tipo, donde nadie necesita salir a pedir un plato de comida, y las cuotas que estamos pagando son suficientes para que se nos dé una muy buena atención, y el personal que trabaja aquí sea de los que gocen de mayor seguridad en este estado, pero estamos exactamente al revés –afirma.

–No es posible que cada vez que tengamos un evento y hablemos se nos menosprecie, no sepa uno a quién recurrir. Pues entonces mejor me quedaba yo en mi casita en Mérida, porque la verdad lo que uno busca aquí es seguridad.

–Ya son (muchos) eventos que se están sumando y no veo atención ni que a nadie le interesa más que recibir cuestiones económicas. Cuando estás buscando a un gerente, a alguien, todos están en seminarios de golf, haciendo algo mejor, pero la atención al residente, que es el que está sosteniendo todos estos gastos en su mayoría, no veo nada. Y tampoco están haciendo nada las comisiones de residentes –enfatiza la mujer que atestiguó el enfrentamiento que acabó en una muerte.– Gínder Peraza Kumán

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