Ciencia y Desarrollo

Salvador Castell-González

Pues no hay plazo que no se cumpla ni fecha que no llegue y la fecha llegó. El pasado 30 de junio y el primero de julio, la ONU realizó una serie de conferencias magistrales para celebrar el inicio del año internacional de las ciencias básicas para el desarrollo sostenible.

Pero bueno, hay que ser sinceros cuántas décadas y años mundiales e internacionales han pasado y no hemos visto un efecto significativo, que tiene de especial este año.

El objetivo de este año internacional es aumentar la participación inclusiva en la ciencia, reforzar la educación y la formación científica, financias las ciencias básicas y generalizar la ciencia abierta. Esto suena bien, aunque debemos ver como se van a realizar las implementaciones porque si algo ha faltado en la implementación de la agenda 2030 es el sentido común y el conocimiento científico como plataforma.

Es para mí, por cierto, un buen pretexto para impulsar aún más la transferencia tecnológica para conseguir los objetivos, aunque sea una pequeña parte de ellos y tiene varios temes principales que ya estamos trabajando como el reforzar la presencia y la visibilidad de las mujeres; las ciencias básicas como fuentes de diálogo internacional y de la paz; la ciencia como un bien público mundial; innovación y desarrollo económico; Educación y desarrollo humanos; y responder a los retos mundiales.

Para mí es importante este año, no sólo porque debería haber un poco mas de visibilización de los proyectos que tienen la ciencia y tecnología como base para impulsar el desarrollo, sino también porque es algo urgente para poder avanzar hacia soluciones efectivas, eficientes y pertinentes para mitigar el deterioro planetario que tanto nos ha afectado en los últimos años.

Después de 50 años de los tratados de Estocolmo y un sinfín de promotores regionales, nacionales e internacionales hablando de la “nueva” agenda 2030 que no hacen propuestas tangibles sino discurso mediático, la urgencia de las ciencias en las implementaciones se hace mucho más imperativo.

También estamos a la expectativa de qué sucederá en este año, ya que como veremos pronto en la conferencia “del derecho a un ambiente humano sano al derecho a la naturaleza”, cada 10 años desde 1972, en los tratados de Estocolmo algo importante sucede.

Este año no hemos tenido nada que celebrar pero todavía nos queda la COP27, que por cierto será en Egipto, y esperemos que ahora sí tengamos buenas noticias y se lleguen a acuerdos que puedan significar un avance en el combate de este suicido mundial que estamos llevando a cabo.

Estén pendientes, comenzamos con actividades que van a tener la profesionalización como bandera y la ciencia y tecnología como fundamento, una transformación profunda de la sociedad y la manera como utilizamos a la naturaleza, una conciencia científica y natural.

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