Como parte de sus actividades ecológicas, los alumnos que integran el Club de Ciencias del Cbtis 120 se dan a la tarea de reforestar los amplios espacios con que cuenta este plantel, ubicado en la antigua carretera a Progreso, y lo hacen con arbolitos de kanisté, que dan un pequeño fruto que posee muchas propiedades alimenticias. Entre las bondades que posee es que es rico en vitamina A y B.
—Las semillas las obtuvimos de los frutos de un árbol que está en el terreno desde hace más de 15 años y que teníamos olvidado, y después de que investigamos algunas cuestiones acerca de su historia y su importancia nutricional, que inclusive permitió sobrevivir a los soldados que en la Segunda Guerra Mundial llegaron a las Bahamas, decidimos darle difusión entre la comunidad estudiantil, —dijo a Punto Medio el jefe del Departamento de Investigación y Desarrollo de Proyectos del plantel, Alvar Alfie Bojórquez Briseño.
—Estuvimos dando a degustar el fruto y con ello, obtuvimos infinidad de opiniones entre los alumnos que lo probaron, explicó el entrevistado quien refirió que algunos decían que su sabor era parecido al del mamey, otros que les sabía más zapote, mango y hubo hasta quien se imaginó que le estábamos dando a probar puré de papá con azúcar. Sin embargo, al develar el nombre y la fruta quedaron asombrados —explicó.
Después esta experiencia, se tomó la decisión de emprender el rescate de este árbol y del sabor tan especial que tienen sus frutos y que los ancestros mayas conocían muy bien, pues saboreaban su exquisito e inigualable sabor al consumirlo como alimento.
—Hoy en día está de moda comer ligth o ligero, y el kanisté, a pesar de ser dulce, posee muy pocas calorías. Hoy por eso deseamos reforestar Cbtis 120 con el árbol que dio de comer por siglos a nuestros predecesores ya que si no es así desaparecerá de nuestra tierra —indicó el entrevistado, quien reiteró que el plantel está a cargo de Ramanuján Gómez.
Texto y foto: Manuel Pool Moguel
