Comedor Semilla Que Crece A. C., pide apoyo a yucatecos para continuar con desayunos a niños del sur de la ciudad

Como cada sábado, al comedor Semilla que crece A. C., ubicado en San Luis Sur Dzununcán, ofrece más de 100 desayunos a niños y madres solteras, por lo que para esto suelen requerir mil pesos y al mes alrededor de cuatro mil pesos y para esta labor el fundador Abraham López Vázquez pide el apoyo de los yucatecos.

Señaló que el anterior sábado sirvieron pollo pibil con arroz, horchata y tortillas y hay sábados que ofrecen tortas de jamón y queso, espagueti.

Indicó que los meses más complicados son abril, mayo y diciembre por los festejos del Día del Niño, la Madre y la Navidad, ya que se acostumbra realizarle festejos, donde afortunadamente se suman payasos, quienes donan el precio de su show.

Refirió que por la crisis económica esto ha propiciado que los alimentos suban y tengan que gastar más, se ha combinado esto y quizás la falta de transparencia de algunos asilos y comedores hizo que muchos no se animen a apoyar.

Lamentó que la falta de transparencia de algunos altruistas propicia que se generalice y desanime, por lo que él no solo les entrega material fotográfico de la entrega, sino que también les pide que asistan a la convivencia. Recordó que esto comenzó hace como dos años cuando compraron un terreno en esa colonia y que siempre iban vecinos a prestarles dinero, por lo que optaron por invitarlos a desayunar y almorzar.

El también pastor de la iglesia cristiana Puerta del Cielo, ubicado en la colonia Nueva Pacabtún e intendente, señaló que comenzaron con 15 niños, luego subió a 30 hasta que llegaron a 150 y que ha bajado. Indicó que es una colonia donde existe mucha drogadicción y alcoholismo y por ese motivo los niños no comen bien. “Varias mamás nos han pedido que no los abandonemos, que nos hemos mantenido y que somos de gran ayuda”.

De acuerdo al director del Centro de Integración Juvenil (CIJ), Víctor Roa Muñoz, durante 2022, aumentó en 10 por ciento el problema de la drogadicción en Yucatán con respecto al año anterior, y el cristal fue la droga más consumida, además de que se han detectado casos de niños de 12 años de edad.

 

López Vázquez explicó que un empresario lo apoya con azúcar y suele darle entre $200 y $300, también en ocasiones el comedor comunitario como Refettorio Mérida los apoya. Refettorio Mérida es un comedor comunitario en el centro de la ciudad, inaugurado en 2020 en colaboración con las organizaciones sin fines de lucro Food for Soul, del chef italiano Massimo Bottura, y Fundación Palace Resorts IAP.

El proceso de obtención de insumos se realiza a través de circuitos de recuperación en restaurantes, centrales de abastos, bancos de alimentos, mercados y fruterías. Se trata en la mayoría de los casos de mermas de carnes y vegetales que, por detalles de estética, no logran ser vendidos (aunque siguen siendo consumibles).

Estos insumos, de no ser aprovechados por los colaboradores del Refettorio, serían destinados a la basura. Otra vía de obtención es mediante donativos de personas físicas, asociaciones civiles y la iniciativa privada.

Tan solo en 2021, el Refettorio Mérida recuperó, transformó y distribuyó 16,128 kilos de alimentos. Para donativos pueden hablar al celular 9994 17 18 20.

Los pequeños que asisten saben que en su día tendrá un festival, así como un regalo, por lo que para esto su fundador Abraham López Vázquez pide el apoyo de los meridanos para que los apoyen con juguetes. En entrevista señaló que como cada año realizan este evento, ya que se busca que todos los niños regresen a casa con un juguete, ya que en las escuelas únicamente rifan unos cuantos y en muchas ocasiones son de los contados regalos que recibirán.

Todos los sábados asisten a este comedor 80 niños y 30 adultos a quienes se les da comida. Balones de fútbol, máscaras, caballos de palo son solo algunos de los juguetes que se esperan recaudar para que se les regale a los pequeños. Dijo que, además, de los alimentos, unos payasos se suman, realizan juegos y los chicos se divierten.

Señaló que esto comenzó hace como tres años cuando compraron un terreno en esa colonia y que siempre iban vecinos a prestarles dinero, por lo que optaron por invitarlos a desayunar y almorzar. Indicó que es una colonia donde existe mucha drogadicción y alcoholismo y por ese motivo los niños no comen bien, varias mamás les han pedido que no los abandonen, que se han mantenido, porque no van en un par de ocasiones y que son de gran ayuda.

El también pastor de la iglesia cristiana Puerta del Cielo, ubicado en la colonia Nueva Pacabtún e intendente, señaló que comenzaron con 15 niños, luego subió a 30 hasta que llegaron a 150 y que ha bajado. Agradeció el apoyo del payaso, que son contados los que apoyan y más en estas épocas que la agenda está apretada, es temporada alta para ellos y tienen que aprovechar cobrar.

 

 

Señaló que para esta labor lo apoya su esposa Juana Cáceres Pacheco, que también es fundadora del comedor y quien con otros colaboradores es la que se encarga de cocinar los alimentos.

El altruista también pidió apoyo a los yucatecos para la compra de insumos como frijol, aceite, huevo, azúcar y leche, entre otros, ya que mensualmente los gastos ascienden a más de siete mil pesos mensuales.

Señaló que la crisis económica y la falta de transparencia de algunos albergues ha propiciado que muchos no se animen a apoyar. Recordó que entre las comidas que dan los sábados son tortas de jamón y queso, huevo con longaniza, pollo pibil, relleno negro, espagueti, entre otros. Explicó que un empresario lo apoya con azúcar y suele darle entre $200 y $300, también en ocasiones el comedor comunitario como Refettorio Mérida los apoya.

Refettorio Mérida es un comedor comunitario en el centro de la ciudad, inaugurado en 2020 en colaboración con las organizaciones sin fines de lucro Food for Soul, del chef italiano Massimo Bottura, y Fundación Palace Resorts IAP.

El proceso de obtención de insumos se realiza a través de circuitos de recuperación en restaurantes, centrales de abastos, bancos de alimentos, mercados y fruterías. Se trata en la mayoría de los casos de mermas de carnes y vegetales que, por detalles de estética, no logran ser vendidos (aunque siguen siendo consumibles). Estos insumos, de no ser aprovechados por los colaboradores del Refettorio, serían destinados a la basura.

Otra vía de obtención es mediante donativos de personas físicas, asociaciones civiles y la iniciativa privada. Tan solo en 2021, el Refettorio Mérida recuperó, transformó y distribuyó 16,128 kilos de alimentos.

 

 

Texto y Fotos: Darwin Ail