El mejor momento de Raúl Jiménez desde su lesión de cráneo tiene a la Selección Mexicana en la final de la Nations League de Concacaf. El doblete del delantero del Fulham impulsó al equipo de todos a la disputa por el título frente a la sorprendente Panamá.
El 9 del Tricolor sacudió en dos ocasiones la red de Canadá para llevar al cuadro azteca a la siguiente ronda. El domingo, en el mismo estadio SoFi, el Tricolor podría levantar su primera Liga de Naciones de la región.
El juego fue distinto a lo que se esperó. Javier Aguirre detonó la bomba minutos antes del encuentro. Raúl y Santi fueron de titulares, el sacrificado en el 4-4-2 del entrenador nacional fue Julián Quiñones.
La apuesta le salió desde un principio al Vasco. El Lobo de Tepeji quiso conectar con el Piojo Alvarado recién que el silbatazo se escuchó. Un rebote fortuito le quedó al 9 mexicano, que con St. Clair enfrente, cruzó para poner adelante a los nuestros sin que el primer minuto de juego hubiera llegado.
La anotación azteca sacudió al cuadro canadiense. Davis, Bombito y Johnston se fueron amonestados ante la verticalidad mexicana, que vivió sus mejores momentos cuando cayó el segundo gol Tricolor con un testarazo de Álvarez. La bandera estaba levantada y no se validó la diana.
El descanso solamente trajo el nervio a los de Aguirre. Malagón salió mal en una pelota que casi significaba el empate. Reyes vio la amonestación por una dura entrada sobre Shaffelburg y el propio Caballero de la Noche se quedó lejos en un balón largo.
Una falta al borde del área sentenció el encuentro. Raúl se paró junto a Santi para observar al portero canadiense. Los Jiménez platicaron entre sí, planearon el pase a la final y cuando el del AC Milán pretendió pegarle, el del Fulham golpeó con una parábola perfecta que, aún con el leve desvío de St. Clair, terminó por mover la red.
El segundo mexicano enterró las aspiraciones canadienses, los últimos minutos le sobraron al encuentro. No hubo más en el SoFi, México tiene una cita con la historia, la primera Nations League de su historia está a 90 minutos, con un Raúl Jiménez inspirado y con hambre de títulos.
Texto y foto: Agencias