Con lavatorio de pies, Jesús instituyó el mandamiento del amor: Arzobispo

Con el lavatorio de pies, Jesucristo instituyó un nuevo mandamiento: el de amarnos los unos a los otros, aseguró el arzobispo de Yucatán, Mons. Gustavo Rodríguez Vega, al encabezar la misa de la Cena del Señor en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Mérida.

Ante la presencia de reclusos y funcionarios estatales y municipales encabezados por la titular de la Secretaría General de Gobierno, María Fritz Sierra, el pastor de la Iglesia Católica de Yucatán explicó que estaba cumpliendo con su compromiso de visitar dos veces a los internos del Cereso, como una forma de llevarles el Evangelio.

-El Señor Jesús fue claro en la última cena: “yo les instruyo un nuevo mandamiento: amaos los unos a los otros, tal como yo los amo a ustedes” -aseguró en su mensaje previo a la acción del lavado de pies a seis internos y a otras seis internas, en la cancha de usos múltiples del Cereso.

Explicó que no lo hizo con 12 varones, tal como Jesús puso el ejemplo, sino a seis varones y seis mujeres, porque son ellas las que acompañan a Cristo durante su Pasión y Muerte exponiendo su vida, las que van en la mañana de Resurrección a embalsamar el cuerpo aún sin saber cómo moverán la piedra que tapa el sepulcro.

-Son las mujeres las que siguen a Jesús en su pasión y están al pie de la cruz, además del Apóstol más joven, pero son las mujeres acompañando a la madre de Jesús. Ellas son las que arriesgan todo, las que sufren la Pasión de Cristo y después de pasar el descanso del sábado, también son las que se arriesgan yendo a la tumba para embalsamar el cuerpo de Cristo. Son a ellas a las primeras que se les aparece Jesús resucitado y las manda a dar las buenas nuevas -afirmó.

En ese sentido, las mujeres se lo han ganado desde el principio de la Iglesia, porque mientras los Apóstoles lo traicionaron, mintieron o salieron corriendo, ellas permanecieron junto a Jesús y su madre.

Además, es también una forma de seguir el ejemplo del Papa Francisco, quien realiza la misma acción en Roma.

En su mensaje, Rodríguez Vega dijo a los presos que Cristo nace por nosotros y para nosotros todos los días en cada altar, cada vez que escuchamos su palabra y cada vez que se nos presenta un hermano, especialmente, el más necesitado.

-En este Jueves Santo, celebramos como siempre una triple institución: la eucaristía, el sacerdocio y el mandamiento nuevo del amor. Les doy un mandamiento nuevo, que se amen los unos a los otros como yo los he amado -expresó.

Finalmente dijo que símbolo del amor de Cristo fue lavar humildemente los pies a sus discípulos, ofrecerse en el altar de la mesa de aquella cena de la eucaristía y haber muerto y resucitado por nosotros.

Texto: y fotos: Esteban Cruz Obando

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *