La Reserva Estatal de Dzilam de Bravo reportó un aumento histórico en su población de jaguares: de 3 a 16 ejemplares en cinco años, hallazgo posible gracias al proyecto Tech4Nature, impulsado por el Gobierno de Yucatán, Huawei y la UPY.
Mediante inteligencia artificial y cámaras trampa, se identificaron 146 especies (40 en riesgo) y se desarrollaron modelos para reconocer individualmente a cada jaguar. Neyra Silva, titular de Desarrollo Sustentable, destacó que Yucatán es la primera región de Latinoamérica en integrarse a esta red global de conservación.
Además, la reserva busca certificarse en la Lista Verde de la UICN, un sello internacional que avala manejos ejemplares de biodiversidad. El jaguar, símbolo maya, refuerza su papel como especie paraguas para proteger ecosistemas enteros.
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