El ojo humano está formado por distintas estructuras que interaccionan para permitir la recepción de los estímulos visuales.
Uno de los componentes del ojo es la retina, que se encuentra situada en la parte posterior del ojo y se encarga de “proyectar” las imágenes (estímulos) que le llegan del exterior. En esta parte del ojo se encuentran las únicas células capaces de captar el color y la luz, son los denominados conos y bastones.
Existen tres tipos de conos, cada uno de los cuales puede captar las longitudes de onda equivalentes al rojo, azul y verde, gracias a su contenido en pigmentos (moléculas que captan la luz a diferentes longitudes de onda –lo que equivale a los distintos colores-). Mediante las diferentes intensidades captadas por los tres tipos de conos, es posible distinguir todos los colores que forman parte del espectro de luz visible.
¿Qué es el daltonismo?
Esta alteración debe su nombre al científico inglés John Dalton, que fue el primer caso descrito de daltonismo. El daltonismo es una incapacidad visual que impide distinguir ciertos colores. Esto se debe a la falta o al mal funcionamiento de uno o más de un tipo de cono.
Existen múltiples variantes de este trastorno; en realidad, podría decirse que ningún daltónico ve exactamente igual que otro. Haciendo una clasificación a groso modo se pueden distinguir tres tipos de daltonismo:
-Dicromatismo: La forma más común es el dicromatismo, que afecta a los conos encargados de captar el rojo o el verde. Al faltar uno de los tipos celulares, el otro se encargará de recoger los estímulos que corresponderían al primero; así, en muchos casos los dos estímulos entrantes serán percibidos como un mismo color. Las personas que presentan este tipo de daltonismo tienen dificultad para establecer la diferencia entre los colores rojo y verde.
Otra variante de este trastorno es la falta de los conos encargados de captar los tonos azules; en este caso, los individuos confundirán con frecuencia los colores azul y amarillo. Estos tipos de daltonismo son denominados dicromatismos, puesto que el individuo posee solo dos tipos de conos.
-Tricromatismo anómalo: Otra de las formas de daltonismo que tiene efectos similares, aunque más leves, que los dos casos anteriores. En este caso, el individuo presenta los tres tipos de conos, pero existe alguna deficiencia en los mismos que impide un funcionamiento totalmente normal.
-Acromatopsia: Por último, el caso más grave de daltonismo es la denominada acromatopsia, a consecuencia de la cuál el individuo que la padece aprecia únicamente diferencias en la escala de grises.
Causas del daltonismo
Esta alteración tiene un origen genético; se trata de un trastorno de herencia ligada al sexo, es decir, el gen afectado se encuentra en uno de los cromosomas sexuales (el ser humano tiene 46 pares de cromosomas de los cuales 22 pares son autosómicos y un par es sexual).
En este caso se trata de un gen recesivo ligado al cromosoma X; esto quiere decir que todos los hombres que hereden un cromosoma X con el gen defectuoso padecerán el trastorno y que las mujeres, en cambio, solo lo padecerán en caso de que ambos cromosomas presenten el gen (lo cuál es bastante improbable, ya que requeriría que los dos progenitores portasen dicho gen).
Esto explica que los casos de daltonismo en mujeres sean poco frecuentes, mientras que aproximadamente uno de cada diez hombres presenta alguna de las formas de daltonismo.
En la mayoría de los casos de daltonismo, excepto en los más leves, el paciente y las personas de su entorno comienzan a detectar ciertas anormalidades visuales durante el desempeño de las actividades diarias, escolares, etcétera. Otras muchas veces los individuos descubren por casualidad que padecen este tipo de trastorno.
Existe diferentes pruebas y test para el diagnóstico del daltonismo y el grado de la alteración. Así, las manchas de Ishihara y Stilling consisten en láminas en las que aparecen puntos de colores primarios dispuestos formando números o formas, sobre un fondo de puntos de colores similares, de modo que una persona con una capacidad visual normal podrá distinguirlos, mientras que un daltónico no. Además de estas pruebas, es recomendable realizar un reconocimiento oftalmológico confirmativo para asegurar el diagnóstico.
El test de Ishihara, que se llama así en honor a su creador, el doctor Shinobu Ishihara, consta de 38 cartas que muestran un círculo con puntos de colores de diversos tamaños.
Los puntos forman un número que es visible para las personas que no padecen ningún defecto visual, pero aquellos con algún grado de daltonismo ven números distintos o, directamente, no son capaces de ver ningún número. Aunque la prueba completa incluye 38 discos, con que el paciente observe unas cuantas cartas es suficiente para detectar la existencia de un defecto visual.– Agencias