Conoce las fases del parto

El embarazo llega a término alrededor de la semana 40 de gestación. Le explicamos en qué fases se divide el parto, en qué consiste cada una de ellas y cuánto tiempo duran.

¿A punto de dar a luz? Tranquila, te contamos en qué fases se divide el parto, en qué consiste cada una y cuánto tiempo duran.

Se considera que el embarazo ha llegado a término entre las semanas 38 y 42 de la gestación, aunque es difícil determinar con precisión el inicio exacto del parto, ya que la fecha probable del parto (FPP) se basa en un cálculo de 40 semanas a partir del primer día de la última menstruación.

El preparto

Antes de hablar de las tres fases del parto (dilatación, expulsivo y alumbramiento), hay que hacerlo del preparto. En esta fase, la oxitocina (hormona natural producida en el lóbulo posterior de la glándula pituitaria, que se encarga de estimular el parto) se distribuye por la corriente sanguínea y la mujer comienza a tener suaves contracciones que a veces resultan imperceptibles. También desaparece el tapón mucoso. En ocasiones este tapón se pierde poco antes del parto, pero también puede ocurrir unos días antes, incluso sin que la mujer lo advierta.

Durante este intervalo, entre las 48 y las 72 horas previas al parto, las contracciones acortan paulatinamente el cuello del útero o cérvix, que durante el embarazo se había alargado hasta medir de dos y medio a tres centímetros, y ahora reduce su tamaño a menos de medio centímetro. Para que se inicie la dilatación, el cuello del útero debe borrarse por completo.

La dilatación

Esta fase del parto consta de dos etapas: la dilatación pasiva (de 0 a 3 centímetros), y la dilatación activa (de 3 a 10 centímetros). Veamos en qué consiste cada una de ellas:

-Dilatación pasiva: se necesitan de seis a ocho horas para conseguir una dilatación de tres centímetros, aunque a veces se tarda un día entero. Las contracciones son más acentuadas, pero todavía irregulares (cada 10 o 12 minutos). Con el transcurso del tiempo el dolor se agudiza, las contracciones se intensifican y el intervalo entre ellas se reduce. Cuando se producen contracciones regulares de un minuto de duración, que se repiten cada tres minutos, es el momento de acudir al hospital.

-Dilatación activa: en esta fase del parto las contracciones son más seguidas (cada dos o tres minutos) y se dilata un centímetro por hora aproximadamente, aunque esto varía en cada mujer. El cuello del útero se ensancha para permitir la salida del bebé, que baja por el canal del parto.

En este momento es cuando se administra la anestesia epidural, si ese es el deseo de la parturienta. Con la anestesia se pierde la sensibilidad al dolor, pero también la capacidad de empujar.

El expulsivo

La segunda fase del parte: el expulsivo, empieza cuando finaliza la dilatación (ha alcanzado ya los 10 centímetros), y la cabeza del bebé se sitúa al final del canal del parto.

Durante el expulsivo las contracciones son más espaciadas: se producen al menos cada tres minutos, pero también son más largas (un minuto y medio) y más dolorosas.

En este momento lo fundamental es empujar rítmicamente, reteniendo la respiración, presionando con el abdomen y el diafragma entre cada intento, y respirando después profundamente para oxigenar al niño. La duración de esta fase depende de muchos factores, como el estado físico de la madre y si ya ha tenido más hijos, su pelvis, cómo venga el bebé, etcétera. Generalmente dura entre 15 minutos y una hora y media. Si es necesario, se practica la episiotomía, que consiste en efectuar una incisión en el periné (zona situada entre el ano y los genitales) para facilitar el paso del bebé y evitar desgarros.

Una vez que el bebé ha salido, se corta el cordón umbilical, y se deposita al mismo sobre el pecho de la madre. Los profesionales sanitarios se encargan de dar unos puntos de sutura, en caso de que se haya practicado la episiotomía o se hayan producido desgarros.

El alumbramiento

La tercera fase del parto se denomina alumbramiento y es el periodo que trascurre entre la salida del feto y la  expulsión de la placenta. Tras el nacimiento del bebé y la separación de la madre mediante el corte del cordón umbilical, se producen unas contracciones, menos intensas y dolorosas que las del periodo de dilatación, que provocan una reducción del tamaño del útero y éste, al contraerse, ayuda a que la placenta, las membranas y el resto del cordón se desprendan de la pared uterina y sean expulsados al exterior.

En esta fase, no es necesaria una ayuda externa, basta con mantener el reposo que se produce de manera natural después del esfuerzo y esperar a que el cuerpo, mediante contracciones apenas dolorosas, expulse todo lo que le sobra. Este proceso puede tardar desde minutos hasta incluso una hora, por ello, muchas mujeres optan por un alumbramiento dirigido mediante la administración de oxitocina, lo que disminuye el riesgo una atonía uterina y reduce el tiempo de expulsión de la placenta.

Se recomienda pinzar el cordón umbilical cerca del periné y al menos un minuto después del nacimiento del bebé. Después se debe colocar una mano sobre el pubis de la mujer y aplicar una presión moderada en sentido contrario a la tracción del cordón umbilical hacia abajo.

Es aconsejable que la madre a la vez haga esfuerzos para expulsar la placenta por completo. Si la placenta no sale en los 40 segundos de tracción del cordón, no hay que continuar esta práctica. No se debe realizar la tracción controlada del cordón en ausencia de fármacos como la oxitocina, o antes de que existan señales de separación de la placenta, pues hacerlo podría causar una ruptura del cordón umbilical, un gran sangrado o incluso la inversión uterina.

Después de expulsar la placenta, las matronas se encargarán de suturar los posibles desgarros que se hayan producido durante el parto o la episiotomía, si se ha realizado, así como valorar la integridad del periné de la mujer.

Finalmente, antes de trasladar a la madre a su habitación (o a una sala de observación si se le ha administrado anestesia), las enfermeras comprueban que el útero se ha contraído correctamente y no hay hemorragia excesiva, y desinfectan la zona genital.– Agencias

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