Trabajadores de una obra en construcción en la colonia Santa Gertudis Copó acudieron ayer viernes a la Agencia 35 del Ministerio Público en Cordemex, para interponer una demanda en contra de Francisco Javier Rodríguez Vadillo, expresidente del Colegio de Arquitectos, quien el jueves los amenazó de muerte con una escopeta en mano.
Unas 30 personas que trabajan en la empresa constructora realizaron una protesta a las puertas de la agencia con pancartas en mano que decían “mejor dialogar que agredir”, “las armas no son la solución”, incluso nombraron al agresor como “#LordPistola”.
Como informamos, las amenazas de Rodríguez Vadillo hacia ingenieros civiles y albañiles que trabajan en obras de construcción habían sido constantes, y en ocasiones había sacado el arma, pero el jueves activó el arma en dos ocasiones al aire.
“No queríamos llegar a esto, tratamos de buscarlo para hablar con él, con su esposa o alguien y fue imposible. Nunca quiso dar la cara, no quiso llegar a un acuerdo, ni dialogar, entonces nos vemos forzados a esto, si no, ¿Qué hacemos? ¿Dejamos tirado el trabajo o a la gente sin empleo sólo porque una persona no quiere?”, expresó una empleada de la empresa constructora.
Señaló que las amenazas del sujeto, son únicamente por capricho, ya que la empresa cuenta con todos los permisos correspondientes. De igual manera, recalcó que los trabajos no afectan al sujeto en ningún momento.
Además, el agresor, desde el inicio de las obras, en septiembre del año pasado, aseguró que “no iba a permitir que realicen esa construcción” y desde entonces ha provocado múltiples intimidaciones contra los trabajadores de la empresa.
Por su parte, María Natalia Abdala Pérez, asesora jurídica de los afectados, indicó que las amenazas de muerte fueron directamente hacia los trabajadores Manuel Osvaldo García Escalante y Jorge Alberto Vallejo Pérez, quienes comparecieron para dar sus declaraciones y versión de los hechos.
El ingeniero encargado de la obra y un plomero fueron a los que directamente se les acercó esta persona para amenazar. Fueron disparos al aire libre, pero corre riesgo la vida de todos los trabajadores, no sólo los que denuncian, sino todas las personas que ahí laboran, dijo.
Agregó que al pasar de agresiones verbales a los disparos del arma, las amenazas ya representan un riesgo mayor, por lo que los afectados decidieron interponer una denuncia formal.
Indicó que ahora sigue una investigación por las amenazas, y con el fin de frenar la situación. Todo depende de cómo se lleve a cabo la investigación y los resultados que arrojen, para ver si se dicta alguna medida de prevención o de protección a las víctimas”.- Miguel Duarte
