Denuncian nuevos casos de envenenamiento de perros

A pesar de haber interpuesto varias denuncias, los habitantes del área denuncian la inacción de las autoridades, mientras los casos siguen 

Vecinos de un conocido fraccionamiento ubicado junto al campus de Ciencias Sociales y Humanidades de lam Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), salieron ayer a protestar porque continúan los casos de envenenamiento de animales. 

Al respecto, Yohana Torres comentó que ayer, a las 5 de la mañana, una persona estaba tirando veneno. 

“Lo alcanzaron a ver los vecinos, pero se escondió en el monte. Llegaron las patrullas y no lograron capturarlo. Inclusive, la comida con el veneno que dejó se veía congelada, seguramente para que no se le echara a perder”, señaló. 

Asimismo, la entrevistada dijo que el viernes por la mañana murió una perrita salchicha de una vecina que salió a pasear, pero también hay varios gatitos domésticos que salieron y no han regresado a sus casas. Mientras tanto, los montes de los alrededores huelen mal a animales muertos, ya que también ha habido muertes de pájaros y zarigüeyas.

Recordó que hace un mes se registró un envenenamiento, cuando personas desconocidas  tiraron carne contaminada por varias calles del fraccionamiento.

“Cuando nos levantamos para ir a trabajar, vimos a muchos perritos muertos y otros agonizando. Muchos de ellos eran perros que trajeron y dejaron a su suerte los albañiles y vigilantes del fraccionamiento, y ya habían sido esterilizados, desparasitados y vacunados con recursos que reunió la propia comunidad haciendo bazares y ventas”, detalló.

La cuestión es que se pusieron las denuncias correspondientes y se acudió a pedir apoyo a la constructora, sin obtener respuesta.

El tema es que, además de que se han visto afectados animales de la calle y silvestres como zarigüeyas, hasta perros y gatos de casa han comido de esta carne.

“Ya hay varias denuncias puestas, vino el Semefo a levantar los cuerpos, vino la Fiscalía, la Unidad de Protección Animal, pero como son en su mayoría perros de la calle, no le dan el interés que se merecen”, dijo la señora Florencia. 

También relató que, en el transcurso de la semana, siguieron apareciendo más y más animales envenenados, entre ellos algunos cuyos dueños los sacaron a pasear al parque y regresaron a casa envenenados. 

“Parecería que todo está muy planeado porque el primer envenenamiento ocurrió el 8 de septiembre, y ahora ocurre de nueva cuenta el 8 de octubre, con un mes de diferencia, pero con el mismo modus operandi. Pero ahora tiraron la carne con veneno en zonas más concurridas, como el parque Guerreros, donde circula mucha gente”, dijo la señora, quien también externó su temor y preocupación porque este veneno se impregne en los zapatos y llegue de esta manera a los hogares, donde corren más riesgo los niños, que gatean y se llevan la mano a la boca.

Con pancartas en las que manifestaron su indignación por estos hechos, que hasta el momento siguen impunes, los vecinos estuvieron un momento en el cruce hacia la carretera a Tizimín, y posteriormente marcharon hacia las oficinas de la inmobiliaria, donde pidieron entrevistarse con algún directivo. 

En ese momento, expresaron su molestia por la falta de vigilancia e iluminación, además de que las cámaras de seguridad no tienen el ángulo adecuado para poder identificar a los cau-santes de estos envenenamientos, en los que explicaron que el modus operandi consiste en carne molida con veneno que se tira en espacios públicos, incluso en parques infantiles.

En este sentido, comentó que ahora los uniformados llegaron rápido por la manifestación, pero que de manera habitual, cuando se les ha necesitado, tardan más de media hora en llegar, por lo que afirmaron que se sienten inseguros.

Texto y foto: Manuel Pool