Tras ocho capítulos, muchísima polémica y una ola de hate hacia uno de los protagonistas de la vida real, la bioserie de “Chespirito: Sin querer queriendo” llegó a su fin.
Este pasado miércoles salió a la luz el último capítulo de la producción de HBO Max, que llevó por nombre “Valió la pena” y en el que se pudo ver como es que el que comediante toma la decisión de dejar ir a quienes ya no quieren continuar a su lado y empieza una vida etapa tanto profesional como personal, al lado de Margarita.
El episodio se sitúa a finales de la década de los 70, cuando Ernesto Figueras, dueño de la Televisora en la que trabajaba Roberto, le propone llevar al Chavo del 8 al cine. Aunque le emociona el salto a la pantalla grande, el comediante no está muy convencido, pues está convencido de que sus entrañables personajes no debían salir de la televisión.
Fue así que nació ‘El Chanfle’, un aguador del América con dos grandes sueños: debutar en la cancha y ser papá. Aunque la cinta fue un éxito en taquilla, significó el principio del fin para la querida vecindad.
Y es que Marcos Barragán (Quico) anuncia su salida del equipo para emprender su camino en solitario (algo que al final no termina bien). Otra despedida fue la de Ramón Valdés, quien afirma que su tiempo en el programa había terminado.
Un tema que también aborda el episodio es la vida personal de Roberto. El comediante decide poner punto final a su relación con Margarita y tratar de salvar su matrimonio. A pesar de los intentos, cuando Graciela (la esposa de Bolaños) descubre las pruebas de su infidelidad le pide que se vaya de la casa y da por terminado todo.
Roberto vuelve a buscar a Margarita y con la promesa de no volver a fallarle inician la historia de amor que duró hasta el último día de vida del comediante.
Al final del capítulo, Roberto y Graciela se reencuentran para tener una de las conversaciones más emotivas de la serie y éste confirma que todo valió la pena y la risa.
¿Qué significa el final de la serie?
Aunque no sabemos si en realidad la conversación sí ocurrió así, Roberto Gómez Fernández, hijo de ‘Chespirito’, confirmó que sus padres mantuvieron contacto y una buena relación.
Las últimas palabras que Bolaños da al público, no solo demuestran una evolución en el actor, no sólo hace un balance de su vida… lo bueno, lo malo, sus errores y aciertos; sino que reconoce que su trabajo, cumplir sus sueños terminaron por arrebatarle una parte importante de su vida.
Esto lo hace querer recuperar el control de su destino y empezar una vida que sea suya.
Hasta el momento se desconoce si la serie tendrá una segunda temporada, pero, el final ya ha dividido opiniones entre los fans. Algunos reconocen a ‘Chespirito’ como un genio de la televisión, pero al final un ser humano; mientras que otros aún le recriminan por sus errores.
La herencia que dejó a su exesposa
Con el estreno del octavo y último episodio de la temporada, el público fue testigo del momento en que Graciela Fernández, la primera esposa de Roberto, confronta al comediante tras descubrir una prenda íntima de Margarita Ruiz, personaje inspirado en Florinda Meza.
La serie retrata el momento en que Roberto y Graciela deciden ponerle fin a su matrimonio, marcando el inicio de una nueva etapa en la vida del actor y productor al lado de Margarita (Florinda Meza).
Fue en 1989 cuando Roberto Gómez Bolaños se divorció legalmente de Graciela Fernández para iniciar una nueva vida ahora como pareja de Florinda Meza, sin embargo, en su libro de ‘Memorias, Sin querer queriendo’, el actor compartió que sintió un profundo sentimiento de culpa después de su separación por lo que decidió dejarle a su ex esposa todos sus bienes raíces y otros objetos personales de gran valor.
Graciela Fernández , de origen argentino, conoció a Roberto Gómez Bolaños cuando ella tenía 15 años y él 22, en la colonia Del Valle de Ciudad de México.
Su relación con el actor inició en los años cincuenta, se casaron en 1968 y duró hasta 1989. De su matrimonio nacieron seis hijos: Roberto, Graciela, Marcela, Teresa, Paulina y Cecilia Fernández.
Tras su divorcio, Graciela Fernández optó por mantenerse alejada de los medios. De acuerdo con sus hijos, el proceso le causó un gran dolor. Falleció el 29 de agosto de 2013, a los 84 años, sin que se revelaran las causas de su muerte.
Texto y foto: Agencias




