El feriado no impide que cientos habitantes y visitantes disfruten de diferentes puntos de la ciudad, con clima agradable y en completa tranquilidad
Después de festejar en la Nochebuena con familiares y amigos, muchos meridanos descansaron apenas unas horas para, con toda responsabilidad, acudir a sus labores como en un día normal.
Choferes de transporte público, trabajadores del servicio de limpia, policías y elementos de seguridad pública, personal médico y de enfermería, así como locatarios de los mercados, fueron los primeros en retornar a la actividad este miércoles 25 de diciembre.
En las primeras horas de la mañana un completo silencio se apropió de las calles de la ciudad, apenas interrumpido por el ruido de algún vehículo, mientras que numerosoa fieles se dirigían a la Iglesia Catedral a escuchar la misa de Navidad que inició a las 8 de la mañana.
En la homilía, el sacerdote Alberto Ávila pidió porque quienes celebran el misterio de la Navidad, el nacimiento del Niño Jesús, renazcan en la justicia, con alegría y paz, y en especial por los que en estas fiestas se sienten solos y tristes, por los enfermos y quienes están privados de su libertad, y en general quienes no han podido celebrar estas fechas.
Y en medio de un ambiente relajante en el que se dejaron escuchar los cánticos propios de la ceremonia, los asistentes comenzaron a abandonar el recinto religioso, y al salir en los alrededores de la Plaza Grande ya era posible encontrar al menos un puesto en el que se expendían tortas y tacos de carne asada.
También este era el momento ideal para comenzar alguna excursión para visitar algún atractivo cercano a la capital yucateca, y en este caso, varias eran las camionetas que abordaban los turistas, principalmente nacionales, que de esta manera comenzaron la jornada.
Otros en familia se dirigieron hacia la terminal de autobuses con rumbo a Progreso, lugar que desde temprana hora registró regular afluencia, la cual se fue incrementando con el paso de las horas, lo mismo que las actividades en la Plaza Grande, donde hacia el mediodía ya estaban instalados puestos con venta de productos artesanales y, sobre todo, de comida.
En el mercado “Lucas de Gálvez” fue muy poca la actividad comercial registrada ayer 25 de diciembre, ya que la mayoría de los locales permaneció cerrado, e inclusive las cortinas de acceso sobre la calle 56 y al área conocida como El Galerón, permanecieron parcialmente cerradas.
Como es costumbre, después de una buena fiesta muchos meridanos se trasladan hacia este mercado para desayunarse con una buena torta de cochinita o de lechón al horno, pero ayer solamente permaneció abierto uno de estos puestos, el de “Mister Chan”, que se veía con bastante clientela.
Y para los que preguntaban por la famosa “Tía”, según se explicó, ella acostumbra a descansar en Navidad y laborar el día 1 de enero, así es que otra de las opciones para desayunar fue acudir al segundo piso subiendo por la rampa donde las cocinas económicas del lugar estaban laborando desde temprano.
Y para quien gusta de los mariscos, a partir de las 7 de la mañana abrieron dos puestos en el área de pescaderías, donde los tacos de camarón a la vinagreta, empanizado, a la mexicana, al igual que los cocteles y las sopas de marisco estuvieron a la orden del día, para reanimar a quienes pasaron mala noche.
Según comentó, una de las vendedoras en este día las actividades se recortaron hasta las 2 de la tarde cuando normalmente concluyen actividades hasta las 5 o 6, pero mientras tanto poco a poco el público se fue acercando para adquirir también pescado fresco y variedades de mariscos como las “chivitas” y el camarón para empanizar o preparar cócteles.
Otro de los puntos que ayer fue muy recurrido por parte de los visitantes y en especial de quienes llegaron a pasar las fiestas navideñas a casa de sus familiares yucatecos, fue el Parque Zoológico del Centenario, donde, sin importar que el cielo se mantuviera nublado y el clima templado, los pequeñitos disfrutaron de su buen helado.
Las papas fritas, los refrescos y las pizzas también registraron mucha demanda por parte de los visitantes que no dejaron pasar la oportunidad para subir una y otra vez al famoso trenecito, atracción que a pesar del alza de precios de refacciones y combustibles mantiene su precio en un peso por persona, así es que a las familias no les importó tener que hacer fila por segunda o tercera vez para dar otras vueltas
En el área de exhibición de animales, los visitantes tomaron la fotografía del recuerdo teniendo como fondo al famoso tigre blanco y a otros inquilinos de lugar como los gamos blancos y los hipopótamos que no dejaron de llamar la atención de los niños por su impresionante tamaño.
Hasta la una de la tarde, según comentó el responsable de contabilizar a quienes ingresaban al parque, se calculaba que unas dos mil personas ya se habían dado cita en el lugar, que operó con horario recortado hasta las 4 de la tarde, así es que desde las 3, se comenzó a informar a los visitantes de esta situación.
Sin duda que este 25 de diciembre fue muy bien aprovechado por los meridanos y por el público en general que estuvo recorriendo la ciudad y disfrutando de la tranquilidad que implica el tener un mínimo de tráfico y, sobre todo, con un clima agradable con un cielo nublado, pero sin frío.
Texto y fotos: Manuel Pool