El aumento a las tarifas de combustible y energía eléctrica son indicios de que las reformas estructurales anunciadas por el presidente Enrique Peña Nieto no dan los resultados a corto plazo que los mexicanos esperaban, advierten sociólogos consultados por Punto Medio Excélsior.
La situación económica para los mexicanos no es nada favorable, el gobierno federal no puede tapar con un sólo dedo la inflación por la depreciación del peso ante el dólar.
Othón Baños Ramírez, doctor en sociología del Centro de Investigaciones Regionales (CIR) de la Uady, describió la economía mexicana como bipolar, pues mientras sectores primarios, como el agropecuario y agrícola, que impactan de manera directa a los bolsillos de los mexicanos, no tienen dinamismo, la industria de la manufactura automotriz y el turismo repuntaron.
“Cada vez se acortan los pronósticos de crecimiento. Ahora se dice que la media nacional es del 2.3%, pero si trasladamos esa cifra a la realidad, los números irían más a la baja”, comentó.
En consecuencia, relató, sectores populares (aproximadamente 54% de la población del país) buscan cómo enfrentar su precariedad, ya sea la cooperación entre ellos o dedicarse al comercio informal para buscar ingresos extras.
Aunque las autoridades no aceptan el país pasa por una crisis, el investigador comentó que hubo una etapa de bonanza económica que se reflejó en la década de los 70’s, pero fue producto de las políticas utilizadas durante los gobierno de los 60’s.
Hoy día, a 30 años que se aplicó el modelo neoliberal, la economía mexicana no creció. Esperanza Ayora Herrera, docente de la facultad de Ingeniería de la Uady, consideró que si bien algunos economistas califican el período neoliberal como “estancamiento estabilizador”, presenta algunas contradicciones de carácter estructura.
“El modelo neoliberal no se preocupa por los grupos campesinos, obreros o de empleados, ni siquiera por los pequeños y medianos empresarios, se preocupa por apoyar a las grandes empresas”, explicó. Si bien el panorama económico no es nada alentador, los recortes presupuestales vendrán a empeorar la situación.
“Los gastos operativos del gobierno federal están basados en el crudo, por eso los recortes, que abonarán a que la economía bajé más porque el gobierno no inyecta dinero. En este segundo semestre del año esperamos un aumento de precios en la mayoría de los servicios”, advirtió Baños Ramírez, “el peso ya no regresará a los precios de $14 o $15, se mueve a $19 o $20, hay una devaluación”.
Mientras, Esperanza Ayora comentó que factores externos como la caída de los precios del petróleo y el aumento de los intereses de la deuda externa contribuyen a esta crisis.- Irbin Flores