Editorial de Peninsular Punto Medio

e acaba el 2022, pero las polémicas en torno a la 4T no se detienen, precisamente porque el 2023 será un año de precampaña de los posibles candidatos a suceder al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

En ese contexto, sorprendieron dos diputados federales, Miguel Torruco y Patricia Armendariz y otros tres legisladores, al reconocerse como responsables de mandar a colocar espectaculares en varios estados del país con la imagen estilizada de Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México y que muestra realmente una silueta de la mandataria capitalina con un peinado de “cola de caballo”.

Ya la Jefa de Gobierno se ha deslindado de los espectaculares, pero para la oposición, incluso dentro del mismo partido en el poder, eso no es suficiente y acusan actos adelantados de “pre-pre-precampaña”.

En este espacio no somos especialistas en el derecho electoral, mucho menos de temas constitucionales, por lo que la decisión si es ilegal o no la tendrá que decidir la autoridad del ramo, pero no deja de llamar la atención que estas acciones de propaganda se repitan en bardas y espectaculares de todo el país.

Lo que también es un hecho, y así lo arrojan las encuestas, es que, al cerrar el año, la favorita de los simpatizantes de Morena es Claudia Sheinbaum y no pierden el tiempo en negarlo en público o privado. Esa misma afinidad se extiende en la población abierta, por lo que desde ahora adelantamos que la oposición tiene un futuro electoral muy incierto.

Por lo pronto, los partidos de oposición están denunciando a las Jefa de Gobierno, ya que, aunque no lo hagan de manera ordenada, la funcionaria es la única beneficiada.