Editorial de Peninsular Punto Medio

A partir del 4 de abril el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) tendrá cuatro nuevos rostros entre sus consejeros, pero también habrá uno más (o uno menos), pues también renunció el secretario ejecutivo Edmundo Jacobo Molina.

En la madrugada de ayer viernes 31 de marzo la Cámara de Diputados eligió, vía tómbola, a los cuatro nuevos consejeros, entre ellos a la nueva presidenta Guadalupe Taddei Zavala.

Los otros consejeros son Jorge Montaño Ventura, nativo de Tenosique, Tabasco; Rita Bell López Vences y Arturo Castillo Loza.

Sobre el caso de Edmundo Jacobo Molina, sorprendió con el anuncio de su renuncia al puesto que ocupó por nueve años, a pocos días de que inicie la transición en el órgano, con la que saldrán el consejero presidente Lorenzo Córdova y otros tres funcionarios.

Todo indica que la decisión de Jacobo Molina, quien en las últimas semanas había sido removido de su cargo por los efectos del ‘Plan B’ de la reforma electoral y posteriormente restituido, se debió a que ya no tendría a los consejeros de su lado, pues los cuatro que llegan buscarían destituirlo.

A pesar de que ha señalado que está decisión no responde a la elección, es un hecho que ya no tendrá la confianza de todos, por lo que ha señalado en las últimas horas que estará luchando desde otras trincheras por la democracia de México, pero sin ser parte del órgano que la garantiza en el país. Una decisión que dejó colgado de la brocha a los ciudadanos que los defendieron.